La Justicia, de la mano de Abogados Cristianos, frustra el deseo de la laicista Amparo Marco, alcaldesa de Castellón, de derribar la Cruz de Ribalta
Alcaldesa de Castellón. Dominio público |
El
31 de marzo de 2019, la sala de los Contencioso nº 1 de Castellón paralizó por primera vez la
decisión del consistorio de incluir un presupuesto de 80.000 euros para el
derribo de la cruz situada en el parque de Ribalta, en Castellón. En
un primer momento, el derribo fue paralizado por la asociación Abogados
Cristianos.
El
26 de julio de este año, la
concejala de cultura en el ayuntamiento de Castellón, Verónica Ruiz (Compromís)
anunciaba que se disponía a continuar el proceso contra la cruz,
basándose “en la legalidad” que determina que el monumento es “un vestigio de
la exaltación franquista”.
Ruiz
también informó de la
retirada al Obispado de Castellón y le propuso la cesión del monumento, que
aceptó el ofrecimiento.
La cruz se mantendrá en pie tras la
paralización legal del proceso
Con
lo que no contaba la concejala era con una nueva paralización del proceso. En esta ocasión,
fundamentada en un estudio sobre el estado de conservación del monumento,
interpuesta por Abogados
Cristianos.
En
su recurso, la organización avisaba al Ayuntamiento de Castellón de que,
de seguir adelante, incurriría en un ataque a los católicos y advirtió de que "usará todos los recursos legales
a su alcance para evitar la retirada de la Cruz" por ser un acto ilegal.
Según informan fuentes cercanas al
proceso a Religión Confidencial, “no parece que el decreto de Ruiz
prospere antes de 2022”. Un año caracterizado por ser periodo preelectoral
–las próximas elecciones serán las municipales de 2023–, y que con toda
seguridad incluirá el derribo de la cruz o su mantenimiento como una de las
propuestas presentes en los programas y debates.
17.000 firmas en contra de su derribo
La de la Justicia no ha
sido la única oposición con la que se ha encontrado la alcaldesa. El mismo
año 2017 que comenzó el proceso contra el monumento, la Plataforma en Defensa de la Cruz de Ribalta obtuvo de 17.000
firmas en contra de la retirada
de la cruz, y solicitaron que la cruz, que lleva 73 años en el
parque como Bien de Interés Cultural, se mantenga en su actual emplazamiento.
La
Cruz fue inaugurada en 1944 en honor a “los Caídos por Dios y por
España”. En 1979, la corporación municipal cambió su leyenda por “a todas las
víctimas de la violencia”.
Fuente: ReL