El Papa Francisco hizo un llamado a difundir una cultura de la acogida frente a la cultura del descarte, y en especial en lo que se refiere a la acogida de los migrantes
| El Papa Francisco durante la audiencia. Foto: Vatican Media |
El Pontífice pidió que se
responda al llamado de acogida de los migrantes y refugiados, pero sin perder
de vista el “sano realismo” para no obviar los problemas y dificultades.
El Santo Padre hizo esta petición
durante la audiencia que concedió en el Vaticano este sábado 27 de noviembre a
los participantes en la 26 edición del Festival Giàvera, iniciativa que
promueve el diálogo y el encuentro entre pueblos y culturas por medio del arte,
debates y testimonio.
Francisco pidió que este evento
no se quede en una muestra de tradiciones folclóricas, sino que vaya a la raíz
de los problemas de las personas.
Reconoció que, “objetivamente, el
fenómeno es muy complejo y, por desgracia, hay grupos criminales que se
aprovechan. Los migrantes se arriesgan a ser instrumentalizado también dentro
de los conflictos geopolíticos. Como consecuencia, dejan de ser personas y se
convierten en números. Por lo tanto, hay más necesidad que nunca de lugares
donde se sitúen en el centro los rostros, las historias, los cantos, las
oraciones, el arte de los migrantes”.
En ese sentido, narró que “esta
mañana recibí al Primer Ministro de Albania y me decía que la primera
Constitución en Albania establecía que a quien llamara a la puerta debías
abrir, porque era Dios. Y de ahí procede la humanidad que tienen los albaneses
al recibir a los migrantes. Este pensamiento me ha tocado: quien llama a tu puerta
es Dios. Ábrele y déjale tu sitio”.
“Este modo de ver la realidad de
las migraciones no quiere decir que se deban esconder o ignorar las
dificultades y los problemas”, indicó.
“Ayudar a quien tiene
responsabilidad de gobierno, a nivel local, nacional e internacional, ha tomar
decisiones que sepan siempre unir el sano realismo con el respeto a la dignidad
de las personas”.
Finalmente, insistió en que “no
podemos cerrar los ojos” a “la dignidad de las personas”.
Fuente: ACI Prensa





