15.11.21

EVANGELIO DEL DÍA

15 – Noviembre. Lunes de la XXXIII semana del Tiempo Ordinario

Misioneros digitales católicos MDC

Evangelio según san Lucas 18, 35-43

Cuando se acercaba a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le informaron: «Pasa Jesús el Nazareno». Entonces empezó a gritar: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!». Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!». Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?». Él dijo: «Señor, que recobre la vista». Jesús le dijo: «Recobra la vista, tu fe te ha salvado». Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios.

PALABRAS DEL SANTO PADRE

“Entonces el rey prescribió en todo su reino que todos debían formar un solo pueblo –la imposición del pensamiento único; la imposición de la mundanidad– y que cada uno debía abandonar sus propias costumbres. Todos los pueblos cumplían las órdenes del rey; incluso muchos israelitas aceptaban el culto pagano: sacrificaban a los ídolos y profanaban el sábado. La apostasía. Es decir, la mundanidad te lleva al pensamiento único y a la apostasía. No se permiten las diferencias. La diversidad nos está permitida: todos iguales. Y esto también lo hemos visto en la historia de la Iglesia. Pienso en el caso actual que ha cambiado el nombre a las fiestas religiosas. Por ejemplo, a la Navidad del Señor se le ha dado otro nombre, (Celebraciones del Fin de Año) con el fin de borrarle su significado y su identidad religiosa". (Santa Marta 16 de noviembre de 2015)

Vatican News


¡SÍGUENOS EN NUESTRAS REDES SOCIALES! 
facebook twitter