Este domingo 21 de noviembre la Iglesia católica celebró la Solemnidad de Cristo Rey del Universo
El Papa durante el Ángelus. Foto: Captura de Youtube |
Durante el rezo del Ángelus
dominical desde el Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre recordó que
la realeza de Cristo está “más allá de los parámetros humanos” y que Cristo Rey
está “por encima de todos los soberanos”.
En su enseñanza, el Pontífice
reflexionó sobre la imagen de Jesús delante de Pilatos “mientras la multitud
grita para que lo condenen a muerte”. “El hecho es que la realeza de Jesús es
muy diferente de la mundana. ‘Mi reino’, dice a Pilato, ‘no es de este mundo’”.
Cristo Rey “no viene para
dominar, sino para servir”. Cristo “no llega con los signos de poder, sino con
el poder de los signos. No se ha revestido de insignias valiosas, sino que está
desnudo en la cruz. Y es precisamente en la inscripción puesta en la cruz que
Jesús es definido como ‘rey’. ¡Su realeza está realmente más allá de los
parámetros humanos! Podríamos decir que no es rey como los otros, sino que es
Rey para los otros”.
Es la forma que Jesús tiene de mostrar
su libertad. Jesús es “soberanamente libre del deseo de la fama y de la gloria
terrena”.
“Jesús no solo evita toda
búsqueda de grandeza terrenal, sino que también hace libre y soberano el
corazón de quien le sigue. Él, queridos hermanos y hermanas, nos libera del
sometimiento del mal. Su Reino es liberador, no tiene nada de opresivo. Él
trata a cada discípulo como amigo, no como súbdito”.
Aun estando por encima de todos
los soberanos, Cristo “no traza líneas de separación entre sí y los demás;
desea más bien tener hermanos con los que compartir su alegría. Siguiéndolo no
se pierde, sino que se adquiere dignidad. Porque Cristo no quiere en torno a sí
servilismo, sino gente libre”.
En definitiva, concluyó el Papa
Francisco, “la libertad de Jesús viene de la verdad. Es su verdad la que nos
hace libres. Pero la verdad de Jesús no es una idea, algo abstracto: es una
realidad, es Él mismo que hace la verdad dentro de nosotros, nos libera de las
ficciones y de las falsedades que tenemos dentro. Estando con Jesús, nos
volvemos verdaderos”.
“La mejor prueba de que Cristo es
nuestro rey es el desapego de lo que contamina la vida, haciéndola ambigua,
opaca, triste”, finalizó el Papa Francisco.
Por Miguel Pérez Pichel
Fuente: ACI Prensa