Este 25 de noviembre, se presentó
en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el mensaje del Papa Francisco con
motivo de la próxima Jornada Internacional de las personas con discapacidad,
que se celebrará el próximo 3 de diciembre
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| Aprendiendo el lenguaje de manos para comunicarse con personas sordomudas |
En el encuentro intervinieron el
Padre Alexandre Awi Mello, Secretario del Dicasterio para los Laicos, la
Familia y la Vida; el Dr. Vittorio Scelzo, Comisario para la pastoral de los
ancianos y discapacitados; y Antonietta de la Comunidad Fe y luz.
Tal como informa un comunicado oficial, se ha presentado este
jueves 25 de noviembre, las 12 del mediodía, en el Aula "Juan Pablo
II" de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en Via della Conciliazione
54, el Mensaje del
Santo Padre Francisco con motivo del Día Internacional de las Personas con
Discapacidad, que se celebrará el próximo 3 de diciembre, bajo el
título “Ustedes
son mis amigos” (Jn 15,14).
En el encuentro con
los periodistas intervinieron el Padre Alexandre Awi Mello, ISch., Secretario
del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; el Doctor Vittorio
Scelzo, Comisario para la pastoral de los ancianos y las personas con
discapacidad; y Antonietta Pantone, de la Comunidad Fe y Luz.
Acompañar
espiritualmente a los discapacitados
En su alocución, el
Padre Alexandre Awi Mello especificó que el mensaje del Pontífice, al reconocer
que las personas con discapacidad tienen su lugar en el santo Pueblo fiel de
Dios, "es
una gran invitación para nosotros en el Dicasterio, pero sobre todo para las
realidades parroquiales, diocesanas y asociativas a seguir nuevos caminos con
creatividad pastoral".
"Es
una puerta que se abre para pensar en la pastoral ya no para, sino con y, en
este sentido, el abanico de perspectivas que se abre es realmente
amplio", añadió.
Vivir la fe en la
adversidad
Por su parte, el Doctor Vittorio Scelzo, Comisario para la pastoral de los ancianos y las personas con discapacidad; destacó el fragmento del mensaje en el que el Papa dice que si el Sínodo "es realmente un proceso eclesial participativo e inclusivo, la comunidad eclesial se enriquecerá verdaderamente".
"Con esto, de alguna manera nos está diciendo que si la Iglesia es capaz de acoger a sus hijas e hijos discapacitados, será más hermosa; estará poblada por sus sonrisas y sus abrazos de los que resplandece la amistad desmotivada y exagerada de Jesús", puntualizó Scelzo, subrayando que la amistad es, de hecho, "la categoría más adecuada para captar la forma particular en que las personas con discapacidad, especialmente las que tienen una discapacidad intelectual, viven su fe y su experiencia espiritual".
«Es una forma alegre y afectiva de ser cristianos, una alternativa a lo que el Papa, bromeando pero no demasiado, llama las "caras de funeral" que se ven en algunas parroquias» aseveró.
El testimonio de la joven Antonietta
Finalmente, en la presentación intervino Antonietta Pantone, de 31 años, perteneciente a la Comunidad Fe y Luz, quien como persona con habilidades diferentes hizo hincapié en la importancia del mensaje del Papa, en el que abunda la presencia de la palabra amistad:
"La amistad para mí es fundamental: ser amigos y tener amigos. Significa que puedo contar con alguien y que alguien puede contar conmigo. Y también ocurre con Jesús, la misma cosa. La presencia de amigos en mi vida no era tan evidente: en la escuela, en la catequesis, no siempre encontraba amigos con facilidad o ambientes verdaderamente inclusivos. Me di cuenta de que Jesús era mi amigo con la Comunión, me tendía la mano y quería estar conmigo, incluso con mis dificultades", afirmó la joven, explicando que tener a Jesús como amigo, es fundamental para su crecimiento espiritual y esto ha aumentado su fuerza interior.
Caminar hacia una sociedad equitativa
Asimismo, Antonietta indicó lo mucho que le reconforta que el Papa reconozca "que las cosas no son nada fáciles para nosotros, los discapacitados, y para nuestras familias. Y que con la pandemia han sido aún más difíciles".
"Estoy segura de que todos tenemos una herida, una dificultad. Las mías se pueden ver, las de los otros no, pero somos iguales en esto. Ante los ojos de Dios ya sé que esto es así", concluyó la joven, compartiendo su anhelo de que la sociedad sea cada vez más equitativa "y que la Iglesia, liderada por el Papa Francisco, sea un ejemplo para todos en este camino".
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
Vatican News