Descubre las tres venidas de Cristo y el papel de los santos ángeles en cada una de ellas, especialmente en la tercera, la oculta
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¿Sabías
que nos preparamos para tres venidas de Cristo? No dos, sino tres.
La primera venida es aquella en la cual el Hijo de Dios se hizo
hombre y habitó entre nosotros, la última en la que vendrá glorioso en medio de
los ángeles.
Pero entre la primera y la última venida, hay una venida intermedia,
es la venida de Cristo en el día a día, en lo cotidiano de tu vida.
San Bernardo de Claraval habla de estas tres venidas, y menciona que, mientras la primera y la última venida son visibles, esta venida intermedia es oculta.
¿Estás a punto?
En la primera venida, Cristo vino revestido de debilidad;
en la última vendrá en el esplendor de su gloria; y en la intermedia
viene espiritualmente manifestando la fuerza de su gracia.
En la primera, Cristo fue nuestra redención, en la
última se manifestará como nuestra vida, y en la intermedia
como nuestro descanso
y consuelo.
Es necesario estar preparados para recibir a Cristo en
cualquiera de sus venidas, y aún más, todas ellas se encuentran profundamente
unidas, no son separables.
La venida intermedia es como un camino que conduce de la primera a
la última, escribe san Bernardo.
El fundamental papel de los ángeles
En este camino los ángeles juegan un papel necesario y
fundamental. Así como estuvieron presentes en la primera desde
la anunciación del arcángel Gabriel a la Virgen María, el anuncio a san José, y
la manifestación a los pastores a quienes les indicaron dónde encontrar al
Mesías que había nacido, así estarán presentes en la última venida de Jesús,
acompañándolo en su gloria (Mt. 25,31).
En la venida intermedia, se encuentran presentes
señalándonos continuamente dónde encontrar a Cristo.
Ellos nos muestran que no solo hay un mundo que vemos y
contemplamos con nuestros sentidos, sino que hay otro mundo invisible mucho
más maravilloso y grande que el que vemos.
Así como llevaron a los pastores a adorar al Niño envuelto en
pañales, así también nos muestran que el reino de los cielos se encuentra entre
nosotros y que para ello hay que aprender a
mirar las cosas pequeñas y sencillas de nuestra vida.
Esta tarea de los ángeles tiene una importancia si recordamos que
Jesús mismo nos advirtió que llegarán los que dicen: «Mirad, aquí está el
Cristo», o «Allí está, no le creáis” (Mt 24,23).
Así que para no ser engañados, necesitamos acudir a
nuestros buenos amigos espirituales que nos muestren realmente la presencia del
Hijo de Dios.
Para ello, te podrán ayudar estos criterios para discernir la
acción de los ángeles en esta venida intermedia de Cristo:
Con
estas palabras los ángeles orientaron a los pastores a la presencia del
Emmanuel, del Dios con nosotros.
Así también, los ángeles nos muestran que la presencia
de Dios se encuentra en lo más débil e indefenso, en lo que parece
insignificante.
Precisamente el mismo Jesús advierte de los falsos profetas que anuncian
y hacen grandes señales y prodigios (Mt 24,24). Una
actitud totalmente contraria a lo que anuncian los ángeles: un niño pequeño.
Cristo está presente en lo mas pequeño de tu vida, en los que parece
sin valor e insignificante.
2. “APARECIÓ UNA MULTITUD DE ÁNGELES
DEL CIELO, QUE ALABABAN A DIOS Y DECÍAN:«GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS, Y EN LA
TIERRA PAZ A LOS QUE GOZAN DE SU BUENA VOLUNTAD»” (LC 2, 13-14)
Benedicto
XVI ha dicho que el lenguaje de los ángeles es el canto, y el canto es la
expresión de la alegría.
De esta manera, un segundo criterio es que todo lo
que traiga el canto, la alegría, a tu vida viene de Dios. De
hecho uno de los frutos del Espíritu Santo es
la alegría.
Igualmente, sacerdotes exorcistas han mencionado que algo que no
soporta el demonio es la alegría, y una manera de expulsarlo es la alabanza.
3. “«NO TENGAN MIEDO. MIREN QUE LES
TRAIGO BUENAS NOTICIAS QUE SERÁN MOTIVO DE MUCHA ALEGRÍA PARA TODO EL PUEBLO»”
(LC. 2,10)
Los
santos ángeles, como mensajeros de un Dios que es amor y bondad, traen noticias
llenas de bondad y paz.
Los Santos ángeles no son profetas de desgracias, sino que anuncian los
designios de misericordia que Dios tiene en tu vida.
Aquí, el tercer criterio: lo que anuncie una desgracia, como lo
hacen los brujos, no viene de Dios; lo que te quite la paz, no anuncia a Dios.
Dios se encuentra en la paz y en su mensaje que anuncia la misericordia y su presencia en medio de nosotros
4. “HOY LES HA NACIDO EN LA CIUDAD DE DAVID UN SALVADOR, QUE ES CRISTO EL SEÑOR” (LC. 2, 11)
El mensaje central de los ángeles es la presencia de Cristo. Ellos no se
detienen en cosas diferentes a anunciar a Cristo y su presencia en nosotros.
Pero también el ángel nos lleva a reconocer a Jesús como
el Salvador, nuestro redentor, y por ello nos lleva a adorarlo a Él.
Aquello que no te lleve a reconocer a Cristo como el único
salvador, el Hijo de Dios hecho hombre, no viene de Dios.
Esto se aplica para la nueva era, que promueve falsamente a los ángeles, pero que
no reconoce a Cristo como el Hijo de Dios hecho hombre, el redentor del hombre.
Así que el cuarto criterio es reconocer a Jesús
hecho como hombre como tu redentor.
5. ESTA PRESENCIA DE LOS ÁNGELES SE
MANIFIESTA SIN NECESIDAD DE HACER PRÁCTICAS O RITUALES O TÉCNICAS ESOTÉRICAS
Ellos
llegan en el momento y lugar indicados porque así es la voluntad de Dios, así
que el último criterio de discernimiento es saber que la presencia
de los ángeles se da sin necesidad de rituales y técnicas.
Que estos criterios te ayuden a descubrir a los ángeles, pero
también y sobre todo a Jesús que se ha hecho hombre por ti.
De antemano, una feliz Navidad y un año lleno de la alegría y paz de este buen Dios que ha enviado a su Hijo único por ti, y cuyos mensajeros son nuestros buenos amigos: los santos ángeles.
Fernando
Cárdenas Lee, Foyer de Charite
Fuente: Aleteia