Las autoridades chinas secuestraron el lunes 25 de octubre a Mons. Shao Zhumin, obispo de Wenzhou, diócesis de la provincia de Zhejiang (este del país)
P.RAZZO/CIRIC |
Llevado oficialmente "para
hacer turismo", el prelado ya había sido secuestrado por el gobierno hace
varios meses para someterse a una "reeducación"
Es un
secuestro que ha pasado completamente desapercibido ya que el proceso es, por
parte del gobierno chino, trivial y habitual. Monseñor Shao Zhumin, obispo de
Wenzhou, diócesis ubicada en la provincia de Zhejiang (este del país) fue
secuestrado el lunes 25 de octubre por las autoridades chinas, informa Asianews.
Llevado oficialmente «de vacaciones», debería someterse a sesiones
de «reeducación», como ya había sido el caso durante un secuestro anterior,
para que aceptara las directivas de las autoridades religiosas «patrióticas»,
vinculadas al Partido. Comunista Chino ( CCP).
Secuestros recurrentes
¿Por qué tanta implacabilidad? Aunque reconocido por el Papa, el
obispo de Wenzhou no es del Partido del PCCh, que afirma ejercer el control
sobre todas las actividades religiosas.
Los secuestros de obispos también se producen en momentos
importantes de la vida cristiana: Navidad, Pascua, la Asunción …
Este secuestro unos días antes de Todos los Santos llega cuando
las autoridades prohíben el acceso al cementerio de Wenzhou por vallas de
hierro para evitar que los católicos de congregarse allí.
El «Nuevo Reglamento sobre Actividades Religiosas» del PCCh, que
entró en vigor en febrero de 2018, permite que las actividades religiosas,
incluidas las clases de teología, se lleven a cabo solo en lugares registrados
y controlados por el gobierno.
No por casualidad, el porcentaje de cristianos en la provincia de
Zhejiang supera el 10%. Muy piadosos, los fieles solían acudir en este momento
al cementerio donde están enterrados los restos del obispo Jacques Lin Xili.
Ordenado en 1992 por el Papa Juan Pablo II, el obispo Lin fue un
obispo clandestino, no reconocido por el régimen chino. En 1999, las
autoridades lo arrestaron y lo mantuvieron bajo control hasta su muerte en
2009.
Agnès Pinard Legry
Fuente: Aleteia