Lofeudo habla de la Adoración Eucarística como “encuentros silenciosos en los que su presencia le habla a nuestro silencio
| El padre Lofeudo, actualmente en Polonia, envió un mensaje en la entrega de los IV Premios Religión en Libertad. |
El padre Justo Lofeudo, sacerdote
argentino de los Misioneros de la Santísima Eucaristía, lleva años recorriendo
el mundo con una misión muy particular: ayudar a establecer capillas de
Adoración Eucarística Perpetua, es decir, lugares donde el Santísimo esté
expuesto día y noche durante las 24 horas y siempre acompañado por adoradores
voluntarios.
El incansable trabajo de este sacerdote ha producido
ya numerosos frutos. Y por ello, Religión en Libertad le otorgó el pasado 25 de
noviembre el IV Premio ReL ‘Nueva
Evangelización’. Precisamente, por su misión no pudo estar en
Madrid para recoger este galardón pues lleva meses en Europa del Este
expandiendo estas capillas de Adoración.
Estas capillas son, en su opinión, “cachitos
de cielo”, lugares “de encuentro privilegiados con Jesús en su presencia
real, verdadera y sustancial”.
Lofeudo habla de la Adoración Eucarística como “encuentros silenciosos en los que su presencia le habla a nuestro silencio. Esas capillas son puertas que se abren al cielo para permanecer siempre abiertas”.
Siguiendo con esta descripción, el misionero
eucarístico las define como “lugares sagrados en los que elevamos nuestras
plegarias tocando el cielo, uniéndonos a la Iglesia celestial en acción de
gracias, en alabanza, intercediendo por quienes nos lo piden y por los amigos y
parientes, que a veces no nos lo piden. También por el mundo, y reparando por
él”.
Además, el padre Lofeudo recordó las palabras
que San Juan Pablo II escribió a un obispo: “Por la Adoración
el cristiano contribuye misteriosamente a la transformación radical del
mundo y a la germinación del Evangelio”.
Por ello, este religioso argentino cree que “los que
están ante el Señor cumplen un servicio eminente”. “Creemos en la urgencia de
la Adoración como último medio para renovar y transformar el mundo”, agregó en
su mensaje.
Para acabar, Lofeudo recalcó: “vivimos tiempos
complicados en los que oscuros poderes pretenden acallar la voz de la verdad.
Que esto no nos aflija ni nos angustie, la Palabra de Dios no está encadenada y
según su promesa Jesucristo está presente todos los días y siempre”.
J. Lozano
Fuente: ReL





