¡Porque es el dedo débil! Ni siquiera puede levantarse solo. De hecho ‘anular’ tiene que ver etimológicamente con anulado
Imagen referencial. Crédito: Jeongim Kwon / Unsplash |
El P. Francisco
Javier “Patxi” Bronchalo, de la diócesis española de Getafe, compartió una
reflexión sobre el significado e importancia de usar el anillo de matrimonio en
el dedo anular, que puede ser considerado “el dedo débil”, pues “ni siquiera
puede levantarse solo”.
A través de
Twitter, el P. Bronchalo indicó que mientras otros dedos pueden tener
utilidades como decir que todo está bien o señalar, “el dedo anular no sirve
para nada. Bueno… sirve para una cosa”.
Ese dedo,
destacó, sirve “para que los esposos lleven los anillos que se entregan el día
de la Boda. ¿Y por qué en este dedo? ¡Porque es el dedo débil! Ni siquiera
puede levantarse solo. De hecho ‘anular’ tiene que ver etimológicamente con
‘anulado’”.
“Quien nos
quiera poco nos querrá solo por lo positivo: por ser fuertes, simpáticos y
generosos. ¿Pero quién nos quiere por nuestras miserias, por nuestras
debilidades, por nuestros defectos? Solo quien nos quiera de verdad”, indicó.
El P. Bronchalo
subrayó que “el Matrimonio es para toda la vida, por eso es muy serio. Quererse
toda la vida requiere aprender a amar al otro en la debilidad”.
“¿Recordáis las
palabras que pronuncian los novios delante del cura en el momento en que se
convierten en esposos?”, cuestionó, recordando a continuación las palabras:
“Yo, N, te recibo a ti, N, como esposo/a y me entrego a ti, y prometo serte
fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y
así amarte y respetarte todos los días de mi vida”.
El sacerdote
resaltó que “amar es aprender a recibir al otro y aprender a entregarse para
que el otro te reciba. En la fortaleza y en la debilidad. Cuando esto se da las
cosas van bien. Cuando una parte falle la cosa se complica”.
“Necesitamos
profundizar cada vez más y madurar la forma de amarnos”, expresó.
El P. Bronchalo
reiteró que “el Matrimonio es una Alianza para siempre, en lo próspero y en lo
adverso”.
“¿Sabes el
nombre que se le da a los anillos de boda? Exacto. Alianzas”, recordó.
“Me gusta decir
a los esposos que cuando tengan una dificultad y les cueste quererse se miren
el anillo. Y que cuando haya un problema se pidan perdón (pronunciando la
palabra) y además se besen mutuamente el dedo anular con el anillo en señal de
veneración y amor”, dijo.
El sacerdote
español precisó que “la debilidad propia nos va a acompañar toda la vida.
Nuestra condición humana es débil, esto requiere aceptación. Y por supuesto la
ayuda de Dios, a quien el día de la Boda se le pidió su ayuda”.
“Dios no nos
quiere por fuertes, nos quiere por débiles, justo como necesitamos”, indicó.
“Eso sí,
tampoco vale excusarse en que se es débil para no cambiar. Cambiar y
convertirse de lo negativo es un signo de amor al otro”, señaló.
El P. Bronchalo
destacó que “el amor es apasionante, pero requiere firmeza en el amor, y el
amor firme es el que aprende a aceptar la debilidad propia y a amar la de la
otra persona”.
“Así es posible
que el amor sea para toda la vida. Enseñemos esto a los jóvenes. Matrimonios:
sed luz”, alentó.
Al finalizar su
reflexión, el sacerdote de la Diócesis de Getafe pidió oraciones y señaló que
“si Dios quiere la temática del nuevo libro va a ser la de este hilo. Así que
especialmente me encomiendo a vosotros para llevarlo adelante. La Paz”.
Por David Ramos
Fuente: ACI Prensa