El dinero recaudado se dedica a obras de caridad, por lo general en países pobres
El jesuita español Juan Antonio Guerrero intenta poner orden en las cuentas vaticanas y en el Óbolo de San Pedro, que cada vez recauda menos |
El Óbolo de San Pedro es un donativo
directo que se recoge por todo el mundo y que los fieles entregan para que el
Papa lo use en obras de caridad de su elección. Sin embargo, en los últimos
años, cada vez es menos lo que se recoge en el Óbolo de San Pedro.
Los datos de 2021 y 2020 registran grandes descensos,
aunque se dan en el marco de la pandemia de coronavirus. Pero ya antes de la
pandemia se notaba un fuerte descenso.
Este 28 de enero comentó los datos el jesuita
español Juan Antonio Guerrero Alves,
que desde 2019 es el prefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa
Sede.
En una entrevista concedida a VaticanNews señaló
que, aunque aún faltan datos de algunos países, “en 2021 se ha vuelto a
experimentar un descenso respecto al año anterior que me atrevo a cuantificar
en no menor del 15%".
Una institución desde el siglo VIII
La Santa Sede explica que el origen del Óbolo de San
Pedro se data a finales del siglo VIII , cuando se convierten los anglos y
sajones en Britania, quienes decidieron establecer una contribución anual al
Santo Padre en Roma.
La colecta se llamó “Denarius Sancti Petri” (Limosna
a San Pedro) y se difundió en el resto de países europeos. El 5 de agosto de 1871
el Papa Pío IX la regularizó a través de la encíclica “Saepe Venerabilis”.
El dinero recaudado se dedica a obras de caridad, por
lo general en países pobres (las enumera y describe la web del Óbolo de
San Pedro).
Juan Antonio Guerrero explica que la Secretaría para
la Economía vaticana se esfuerza en ofrecer cada vez más transparencia
y en rendir cuentas con limpieza, "en lo que creo que hemos dado muchos
pasos”.
"Este año esperamos dar cuenta de las entradas y
salidas del Óbolo y enviar a las Conferencias Episcopales para su conocimiento
las cuentas de la Santa Sede", anuncia.
“Hay una gran diferencia en el compromiso de las
diversas Iglesias en el sostenimiento de la curia Romana. Y también atraer
la ayuda de los fieles, que quieran apoyar al Papa en su misión de unidad en
la caridad, que es al fin y al cabo lo que hace la curia Romana”,
señaló.
El polémico edificio de Londres
En la entrevista, el jesuita español también comenta
el caso de la compra de un edificio en Sloane Avenue, en Londres, que
está en el centro de un juicio por asuntos financieros que se realiza en los
tribunales vaticanos.
“Ha sido una operación realizada con toda
trasparencia y según las nuevas reglas de contratos vaticanos. Se contrató un
bróker en Londres y una firma de abogados, ambos en un concurso restringido,
además de una persona de confianza en Londres para acompañar el proceso y
representar nuestros intereses, y el proceso ha sido acompañado por un equipo
de la Santa Sede con alguna ayuda profesional externa desde Roma”, afirmó.
Después, el P. Guerrero dijo que “se recibieron 16
ofertas, se seleccionaron cuatro, después de una segunda ronda de ofertas se
seleccionó la mejor. Ya está firmado el contrato de venta, hemos
recibido el 10% de las arras y se concluirá en junio de 2022”.
De este modo, el sacerdote afirmó que “la pérdida
por la presunta estafa, de la que tanto se ha hablado y sobre la que ahora
juzgan los tribunales vaticanos, ya estaba considerada en balance. El
edificio ha sido vendido por encima de la valoración que teníamos en balance
y de la valoración que hicieron las instituciones especializadas… Hemos
aprendido mucho unos de otros y hemos encontrado un método de trabajo
de equipo que no era muy practicado en la Santa Sede y que ayuda”.
Una explicación del Óbolo de San Pedro por Rome
Reports en 2021
Fuente: ReL