El famoso teólogo español José Antonio Fortea, autor de importantes libros como Summa Daemoniaca y Exorcística, publicó una extensa reflexión sobre los maleficios y su impacto real en la vida de las personas
Aciprensa |
En un video publicado en su canal
de YouTube en enero de 2020, el P. Fortea señaló que el tema de los maleficios,
es decir “la capacidad que tiene alguien para invocar a los demonios”, no es
sencillo, pero “no es imposible, teológicamente”.
“Mi opinión es que lo más
probable es que los maleficios tienen efecto”, dijo. “Hay gente que invoca a
los poderes de las tinieblas para dañar a otros y eso tiene efecto”.
Sin embargo, precisó, este poder
demoniaco “no es un poder libre, no es un poder que el demonio hace lo que
quiere, está sometido a la providencia de Dios”.
“Y la providencia de Dios,
pienso, que en la mayoría de los casos no permite que el demonio dañe a sus
hijos de un modo extraordinario. Porque hasta la tentación está limitada por
Dios para que se produzca de modo que sea beneficioso para la historia personal
de cada ser humano”, explicó.
El sacerdote español subrayó que “es Dios quien guía a todas las naciones, a todos los hombres”.
Más adelante, el P. Fortea indicó
que “Dios no concede siempre lo que se le pide a los buenos”. En algunos casos,
dijo, esto se debe a que “Su voluntad tiene otros planes”.
“Otras veces, digámoslo así, no
puede, en el sentido de ‘mira, yo querría pero hay unos planes que si te lo
concedo van a terminar cercenados. No puedo concederte lo que me pides’”,
señaló.
“Lo mismo es válido para el
demonio, que también tiene sus siervos”, dijo. Pues la razón del demonio para
no conceder lo que le piden “puede ser su desidia, su odio incluso por el que
le pide esa cosa para dañar a alguien. El demonio no quiere sentirse siervo de
los hombres”.
“Otras veces el demonio puede
querer dañar a alguien, pero aunque quiera los planes de Dios se lo impiden”,
indicó.
El P. Fortea destacó la
importancia de “no obsesionarse con este tema”, pues “al que está más
obsesionado acaba más convencido de que todo lo malo que le sucede es por culpa
del demonio”.
Luego el sacerdote español
precisó que “la técnica del maleficio no es nada. Mucha gente pregunta: ‘es que
me han hecho el maleficio con sangre de un gallo que derramaron sobre una
fotografía mía’. Da lo mismo cómo han hecho el maleficio”.
“Si haces muchas cosas, el
demonio ve que tú tienes mucho interés y él quiere ser adorado, que le hagan
ese tipo de rituales, porque él es el imitador de Dios”, señaló, “pero en sí
eso no sirve de nada”.
“Da lo mismo hacer un rito
maléfico con una foto o con un poco de pelo de la persona a la que se quiere
dañar o no. En sí mismo eso no va a tener ninguna efectividad”, aseguró.
“Lo que importa es una voluntad,
la humana, que pide a otra voluntad, la demoniaca. El medio es lo de menos.
Solamente muestra más interés”, añadió.
El P. Fortea remarcó que “aunque
el mundo espiritual pueda obrar, la gran cuestión teológica es si Dios lo
permite. Pienso que sí. ¿Hasta qué punto lo permite? Eso es algo que en el
Cielo lo sabremos”.
“Para que el demonio pueda actuar
ha de haber una conjunción de voluntades: la de la persona que pide, la del
demonio que quiere entonces dañar a esa persona y Dios que permita eso”, dijo.
El sacerdote explicó que “una
cosa es ponerse en el peligro: hacer espiritismo, magia, tratar con fuerzas
desconocidas”, pero “otra cosa es vivir siempre con miedo”.
Para alcanzar la tranquilidad,
alentó, debemos buscar el bien. “El bien es tan amoroso, tan poderoso, que es
lo que nos da tranquilidad”.
Si alguien piensa que ha sido
víctima de un maleficio, el P. Fortea dijo que “siempre se aconseja ir a un
exorcista, si es fácil. El exorcista no necesita mucho tiempo para orar y ver
si hay o no un espíritu”.
“El exorcista no va a saber si le
han hecho un maleficio, salvo que tenga un don, cosa que es rarísimo. Pero verá
si hay un espíritu, y si hay un espíritu orará por él una vez o varias, hasta
que salga ese espíritu”, señaló.
Sin embargo, subrayó que “aunque
uno vaya al exorcista o si no tiene un exorcista cerca, hay una cosa que es
esencial, orar es el modo de debilitar cualquier no voy a decir maleficio,
cualquier acción del demonio”.
“El camino es la oración. Incluso
aunque vayas a un exorcista, si no acaba en la primera sesión, hay muchos casos
en que sí, vas a tener que orar, vas a tener que tener una conversión, un
acercarte a Dios”, aseguró.
“Haga lo que haga ese mal
espíritu, la medicina es la oración”, dijo.
Fuente: ACI Prensa