Un experto de «Corazón de padre» explica la historia a ReL
| José María Alsina con un San José con Niño, en una escena de Corazón de Padre |
José Maria Alsina, superior de la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora
del Sagrado Corazón (HHNSSC), es uno de los expertos que hablan de San José
en el emocionante documental Corazón de Padre que se estrena
en los cines españoles este 18 de marzo.
“Me gusta pensar que San
José fue el rector del primer seminario, porque en Nazaret es donde se
formó el Primer, el Sumo y Eterno Sacerdote, Jesucristo”, explica Alsina en
este documental.
En toda España, el
día de San José es también el Día del Padre, del Seminario y de las vocaciones
sacerdotales. San José es patrón de estas vocaciones y de los
seminarios.
Pero no siempre fue así. Este patronazgo nació en España en la segunda mitad del s.XIX, impulsado
por la devoción josefina de dos adalides de la promoción y cuidado de las
vocaciones sacerdotales: el
beato Manuel Domingo y Sol y San Enrique de Ossó.
Mosén Sol y los Operarios Diocesanos
Tenía la idea de impulsar una "asociación de sacerdotes para
el fomento de las vocaciones", que daría lugar a la fundación, en 1883, de los "Operarios
Diocesanos", que, de hecho, popularmente eran conocidos como "los
josefinos" (y, en Cataluña, "josepets"). Los operarios
realizarían desde su origen una labor inmensa en la formación de sacerdotes.
Muchos operarios murieron como mártires en la persecución de los años 30.
Enrique de Ossó y la conexión
con Santa Teresa
San Enrique de Ossó y Cervelló (1840-1896), también ordenado
sacerdote en Tortosa, fundó las teresianas en 1876, que hoy están presentes en más de 20
países. Juan Pablo II lo canonizó en Madrid en 1993.
Ossó era devoto de Santa Teresa de Jesús, y de ella adquirió su
devoción a San José.
Publicó una novena dedicada a él porque, escribió, "me dolía
ver ver que el maestro de
oración por excelencia, como le llama nuestra ilustre española Teresa
de Jesús, no tenía una novena que enseñase prácticamente esta ciencia de los
santos".
Enumeraba los "bienes espirituales que dispensa san
José" a quienes recurren a él:
Tenía el deseo de fundar una congregación o asociación masculina
de espiritualidad josefina, aunque no llegó a hacerlo, pero apoyó la relación
entre San José y las vocaciones sacerdotales.
El fomento de las vocaciones
Explica José María Alsina que durante el pontificado del Papa Pío
XI se instituyó un “Día a
favor de las vocaciones sacerdotales”, con carácter preceptivo para
Roma, a fin de que sirviera de ejemplo para las demás. La fecha establecida era
un día fijo del mes de junio, para impetrar vocaciones al Corazón de Jesús.
Al mismo tiempo, se fue estableciendo en todas las diócesis la
Obra del Fomento de Vocaciones, sobre todo a partir de 1941, cuando Pío XII instituyó la "Obra
Pontificia de las vocaciones Eclesiásticas", vinculada a la
Sagrada Congregación para la Educación Católica. La fuerza de estas iniciativas
moverían a Pío XII a poner bajo su patrocinio la Obra Pontificia de las
Vocaciones Sacerdotales.
¿Por qué San José como
protector?
Alsina señala que es significativo que se acuda a San José como
protector de la Iglesia en tiempos difíciles y, al mismo tiempo, que bajo su
amparo se ponga el cuidado de las vocaciones.
"La historia de la Iglesia nos ha mostrado que, en los
tiempos más difíciles, Dios, siendo fiel a su promesa, ha cuidado de su pueblo
enviándole pastores según
su Corazón. Una y otra vez, a lo largo de dos mil años, contemplamos cómo
Dios ha suscitado apóstoles,
doctores, mártires y profetas con los que el Buen Pastor ha guiado a su rebaño por
el inmenso desierto de la historia. Por esta razón, en tiempos difíciles la
Iglesia acude a San José, su mejor valedor en el cielo junto a la Santísima
Virgen, y le presenta con confianza aquella que es su primera necesidad: que haya sacerdotes y que sean santos, entregados
en cuerpo y alma al servicio de Dios y de los hombres", afirma Alsina.
"Al que fue 'Varón Justo' por excelencia tenemos que acudir
para pedir y también para aprender cómo suscitar y promover las vocaciones. Son
muchas las virtudes que del santo varón podemos y debemos aprender en esta obra
de la promoción y del cuidado de los seminaristas, pero creo que se hace
especialmente urgente que
nos fijemos en su obediencia, en la que hunde sus raíces su potestad sobre la
familia de Nazaret", añade.
"Es el padre de Jesús porque en él Dios ha encontrado a su
'servidor fiel y obediente'. Por otro lado, Aquel que va a ser constituido
“Sumo y Eterno Sacerdote” “aprendió, sufriendo, a obedecer” mirando la
obediencia de su padre en la tierra. La familia, que es como un “primer seminario”, y los seminarios
deben, por tanto, aprender de San José a obedecer los mandatos de Dios y
de su Iglesia. Esta obediencia será hoy, como lo ha sido siempre, la clave y la
prenda segura de la fecundidad vocacional", concluye Alsina.
La película Corazón de Padre presenta
la obra milagrosa de San José en nuestros días, con muchos testimonios; en los
cines desde el 18 de marzo
P.J.Ginés
Fuente: ReL





