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Reparto de sopas calientes en Cáritas Dnipró, en el centro de Ucrania, lejos del frente, recibiendo desplazados |
Una ola de generosidad ha llevado a muchas organizaciones internacionales y personas de buena voluntad hasta las fronteras de Ucrania, donde ayudan a millones de personas que huyen del país y llegan a sus países vecinos. Pero dentro de la propia Ucrania, con el riesgo de bombardeos y la inseguridad, las organizaciones que operan son en realidad pocas. Entre ellas, Cáritas, que trabaja a través de Cáritas Ucrania (ligada a la Iglesia católica de rito bizantino) y Cáritas Spes (ligada a las diócesis de rito latino).
Repartir 23.000 comidas al
día
Al cumplirse un mes de la invasión rusa, Caritas Internationalis
difunde números. Al menos 314.000
ucranianos han recibido ayuda a través de Cáritas, de los que 224.000 estaban
dentro de las fronteras de Ucrania. Cáritas Ucrania, Cáritas Spes y su
red de voluntarios y parroquias reparten cada día dentro de Ucrania 23.500 comidas y 5.100 kits
de higiene personal, llegando a sitios donde otras ayudas no alcanzan.
"Las dos organizaciones ucranianas de Cáritas -Caritas Ucrania y
Caritas Spes- han apoyado a la gente desde el primer momento y nunca los han abandonado, ni siquiera en el
caso de Mariupol, donde fuertes bombardeos forzaron el cierre de algunos centros locales", asegura Aloysius John, secretario
general de Cáritas Internationalis.
El testimonio de Jana y su madre
Jana y su madre, desplazadas de Kiev acogidas en Leópolis, han
contado su testimonio a
Caritas Spes, la Cáritas de rito latino. "La vida se divide en antes y después del 24 de febrero de
2022", explica Jana. "Mis padres todavía estaban dormidos cuando
los desperté, no se lo creían. Les pedí desesperadamente que hicieran las
maletas y se fueran de inmediato, pero no querían". Tras diez días de
intentar permanecer en una zona bajo bombardeos dieron el paso de huir.
Les costó 3
días llegar a Leópolis. "Suspiramos de alivio. Se sentía como
si estuviéramos en otro país, uno que había escapado de sirenas, bombardeos y
explosiones. En este lugar poco a poco nos calmamos". Acogidas en Caritas Spes intentan
ayudar y ser útiles con otros desplazados.
La madre recuerda las diez noches de refugio subterráneo bajo bombardeos en
Kiev. "Bombardeos con misiles, sirenas, estanterías de tiendas vacías, los
ojos asustados de la gente. Hasta el aire estaba impregnado de ansiedad. Las noches en el párking
subterráneo eran algo aterrador y frío. Me dolían las piernas por el frío,
dolía todo el cuerpo. Cuando sonaba la sirena, agarrábamos nuestras maletas y bajábamos
al refugio. Así durante 10 días. Por supuesto, todos nos unimos, nos apoyamos,
pero las sirenas y explosiones se hicieron más frecuentes. Nuestros amigos y vecinos fueron marchando. Nos
estremecíamos con cada sonido. Las noches eran de insomnio y finalmente
decidimos ir a un lugar más seguro", explica.
Una vez en Leópolis, afirma, "el Señor nos trajo al Centro
Caritas Spes. Este es,
sobre todo, un lugar espiritual donde siempre puedo asistir a la liturgia y
rezar en la capilla: esto es muy importante para mí. El personal es
maravilloso, especialmente la hermana Camilla por su buen corazón. Hacen todo
para que nos sintamos un poco como en casa".
La mitad de los niños
ucranianos ya está fuera del país
Las cifras que dan las agencias internacionales son colosales.
Unicef ha asegurado este 24 de marzo que la mitad de los niños ucranianos ya
están fuera de su país. Un par de días antes, Naciones Unidas contabilizaba 3,5 millones de ucranianos
refugiados fuera de su país y 6,5 millones de desplazados internos. La
ONU daba por verificadas la muerte de al menos 925 civiles, sobre todo en
bombardeos y unos 1.500 civiles heridos.
“Nos unimos al Santo Padre en sus repetidos llamamientos para que
la guerra ‘abominable’ en Ucrania termine de inmediato y para que se ponga fin
al sufrimiento de la población a través de una solución pacífica", exhortó
Aloysius John, secretario general de Cáritas Internationalis, al cumplirse un
mes de guerra.
Secuestradores de niños y mujeres en la frontera
Cáritas Internationalis pide además a las partes involucradas que
garanticen la evacuación segura de los grupos vulnerables, especialmente niños,
mujeres, ancianos y personas con discapacidad. “Se debe brindar asistencia a
las personas necesitadas y a los refugiados sin ningún tipo de discriminación
por motivos de nacionalidad”, apunta.
Las Cáritas
locales advierten de que hay grupos de criminales organizados a ambos lados de la
frontera ucraniana que engañan a mujeres y niños ofreciéndoles
transporte o alojamiento y secuestrándolos
para la prostitución y el tráfico de menores. "Recomendamos
enfáticamente que los Estados implementen y fortalezcan los mecanismos de
salvaguardia y protección para proteger a los migrantes de los traficantes de
personas", exige Aloyius John.
Además, como responsable de Cáritas Internationalis, recuerda que
esta guerra va a afectar a los alimentos básicos de los países pobres.
"Por ejemplo, en Siria, el
precio de un alimento básico como el pan se ha disparado. Si la
Covid-19 aumentó la cantidad de personas en el mundo en riesgo de morir de
hambre en 130 millones, es probable que esta guerra aumente esa cifra”, señala.
Para ayudar a las víctimas de la
guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto esta web y la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218
Pablo J. Ginés
Fuente: ReL