La Iglesia defiende a muchísimas personas que son homosexuales, pero no haciendo alarde de prepotencia, sino sencillamente acompañándolas, estando cerca de ellas, comprendiéndolas”
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Foto referencial. Crédito: Rene Baker / Unsplash |
El sacerdote dominico y doctor en teología fundamental, Fray
Nelson Medina; y el sacerdote mexicano Mario Arroyo, doctor en filosofía por la
Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, responden a la pregunta sobre
si un católico debe celebrar o no el mes del “orgullo gay” en junio.
“Me parece que un
católico no debería celebrar el mes del orgullo gay ni el día del orgullo gay por
tres motivos”, dijo a ACI Prensa el P. Arroyo, Catedrático en la Universidad
Panamericana en Ciudad de México.
“El primero es porque el
modo de ejercer la sexualidad no es motivo de orgullo, es una
cuestión personal, íntima que no tendría por qué tener una relevancia social,
pública, sobre todo en este caso que no representa ningún beneficio para la
sociedad”, explicó el sacerdote.
El segundo motivo, continuó, “porque no podemos ser ingenuos: muchas de
esas celebraciones del orgullo gay, como los desfiles, están marcados por un fuerte contenido
antirreligioso, en contraposición con la Iglesia, con la Biblia,
con Dios mismo. Es como colaborar con la causa que no defiende los valores que
uno sostiene”.
El sacerdote mexicano dijo que el tercer motivo es que “el orgullo
gay o las marchas del orgullo gay no
representan a todas las personas que son gays u homosexuales.
La Iglesia defiende a muchísimas personas que son homosexuales, pero no
haciendo alarde de prepotencia, sino sencillamente acompañándolas, estando
cerca de ellas, comprendiéndolas”.
¿Cómo son las manifestaciones del orgullo gay?
Fray Nelson Medina, sacerdote colombiano conocido por su
apostolado en redes sociales, explicó que si bien es razonable y correcto
respetar a todas las personas, también a los homosexuales, no es correcto ser obligado a estar
de acuerdo con sus prácticas sexuales.
“En concreto, la aprobación forzada, el tener que estar de
acuerdo, con los actos propios de lo que ellos llaman su ‘orientación sexual’
no es exigible y sí es, en cambio, reprobable e incompatible con nuestra fe
cristiana y católica”, dijo el sacerdote.
De ese modo, “por el lado de las motivaciones reales que están
detrás del día o el mes ‘del orgullo’, la respuesta es que ningún cristiano tiene nada que
apoyar ahí”.
Fray Nelson enumeró luego tres elementos de las manifestaciones
del “orgullo gay”.
El primero es que “exaltan
las prácticas sexuales incompatibles con la moral católica, por
las razones que extensamente se estudian en los buenos cursos de moral
antropológica y bíblica”.
El segundo es que “invitan a que muchas otras personas expresen o experimenten, incluso por
curiosidad, este mismo género de prácticas”.
Y el tercero es que, con frecuencia, estas manifestaciones
“denigran, insultan o se burlan de lo que ellos consideran como sus adversarios, a saber, los
católicos convencidos de su fe”.
¿Se discrimina al no celebrar el orgullo gay?
Fray Nelson Medina dijo a ACI Prensa que “es extrema
superficialidad considerar que la única solución para ‘no discriminar’ es
permitir que todos hagan todo, según el criterio de su solo y simple deseo. De
hecho, un
concepto tan pobre sobre la discriminación haría inviable toda sociedad”.
Entonces, ante el “mes del orgullo” u otras celebraciones semejantes, el
católico debe mostrar “respeto a las personas porque son personas; lucidez
crítica en el uso de los conceptos; claridad sobre el origen y el tipo de
celebraciones que acompañan a tales eventos; y como lógica consecuencia, distanciamiento crítico y ningún
apoyo por parte de los cristianos católicos”.
“Todo ello en el humilde gozo de ejercer nuestro derecho y deber
de predicar completo el Evangelio, como expresión de la más alta caridad y del servicio
más pleno a toda la sociedad”, concluyó.
¿Qué hacer si en mi trabajo celebran el orgullo
gay?
El P. Arroyo dijo que si esto ocurre, un católico debe
manifestarse respetuoso y distante, para dejar claro que no comparte esa
postura.
“¿Qué hacer si en la empresa donde trabajo se realizan actividades
para celebrar el orgullo gay? Manifestarme respetuoso, es decir ni pelearme ni hacer drama ni
nada, pero sí mantenerme distante”.
De ese modo, concluyó, el católico podrá “expresar que eso es algo
que uno respeta pero con lo que no comulga, dejando claro que se respeta a las personas pero no es
algo que voy a compartir”.
Por Walter Sánchez Silva
Fuente: ACI Prensa
1 junio 2022