El P. Eduardo Hayen, director del semanario Presencia de la diócesis mexicana de Ciudad Juárez, y el P. José Antonio Fortea responden a la pregunta de si un demonio puede aparecer con un cuerpo humano
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Imagen referencial. Crédito: Pixabay |
“Los demonios son inmateriales,
no tienen cuerpo”, respondió el P. Hayen en su cuenta de Twitter el
13 de agosto.
Sin embargo, precisó, “por
permisión divina y con límites puestos por Dios pueden aparecer ante los
hombres tomando la forma de engendros monstruosos, animales, hombres oscuros o
gnomos. Los padres del desierto y algunos santos tuvieron esta vivencia”.
El sacerdote dijo además que los
demonios no pueden decidir qué apariencia tendrían.
“Los demonios
no pueden tomar la forma que ellos quisieran. Podrían hacerlo pero Dios no lo
permite por la confusión que se generaría en el mundo”, resaltó.
“También pueden tener influjos en
los cuerpos de las personas, por ejemplo provocando enfermedades o golpes. Sin
duda la peor forma de su acción extraordinaria es la posesión del cuerpo de una
persona”, concluyó el P. Hayen.
La posesión demoniaca es una
situación que requiere la ayuda de un sacerdote exorcista.
El P. Fortea y la Summa
Demoniaca
En su libro Summa Demoniaca,
el famoso teólogo español José Antonio Fortea explica que efectivamente “los
demonios no tienen una forma visible determinada, su forma es inmaterial. Por
lo tanto si se manifiestan de forma visible podrían adoptar cualquier forma que
desearan”.
“Cualquier forma por bella que
fuera, humana o angélica, entra dentro de la capacidad de su poder. Podrían
aparecerse con la forma de un sacerdote conocido, de nuestro confesor, del
Santo Padre. Como es lógico tal situación crearía una inseguridad total, así
que Dios no lo permite”, resalta el experto en demonología.
En ese sentido, prosigue el
sacerdote español, “Dios, mirando nuestro bien, no solo no les permite este
tipo de apariciones tan sumamente engañosas, sino que ni siquiera les permite
aparecerse de cualquier manera, sino solo en ciertos modos determinados”.
Esto, explicó, sirve “para que
así nos quede claro a nosotros, que somos como niños al lado de ellos, el
carácter maléfico del que se aparece”.
“Y así Dios solo les permite
aparecerse como sombras que se mueven, como engendros monstruosos, como hombres
pequeños de color muy negro”, señala el teólogo español, experto en
demonología.
¿El diablo es una serpiente o un
dragón?
El P. Fortea explica también que
“cuando decimos que Satán es un dragón o una serpiente lo que queremos decir es
que tiene el carácter monstruoso, fiero, venenoso y astuto de esos seres”.
Sin embargo, precisa el experto
en demonología, “en ningún caso que tenga esa forma visual, ya que sigue siendo
un bellísimo ángel en su naturaleza, aunque repugnante en su aspecto moral”.
“La deformación él la ha sufrido
sólo en su persona, pero no en su naturaleza. Su ser personal se ha deformado,
pero su naturaleza permanece y permanecerá intacta haga lo que haga”, continuó.
El P. Fortea remarca finalmente
que “dado que ambas cosas son inseparables, él auténticamente es un
monstruo, un ser deforme, alguien que produce repugnancia y aversión”.
Por Walter Sánchez Silva
Fuente: ACI Prensa