La PEJ22 ha empezado su segundo día en Santiago de Compostela y por la mañana los jóvenes han tenido la oportunidad de escuchar a los obispos y reunirse entre ellos
Este jueves, 4 de agosto, los
peregrinos europeos continúan sus días en Santiago de Compostela y
después de la inauguración de este miércoles en Obradoiro han tenido esta
mañana unas catequesis con los obispos y unos espacios para “compartir y celebrar” en pequeños grupos.
A partir de las 12:30 se
celebrará la Celebración Eucarística en las diferentes iglesias de Santiago.
En la Iglesia de San Francisco,
el cardenal Osoro, arzobispo de Madrid, se reunió con los jóvenes y les ofreció unas palabras de
esperanza y gratitud: “En este momento de la historia donde
vemos divisiones, guerras, malentendidos, que importante es que la Iglesia se tome en serio el anuncio de la
Buena Noticia de Cristo que cambia la vida, el corazón y la visión de este
mundo y anima a los jóvenes”.
El arzobispo de Madrid ha definido la Iglesia que camina estos días en
Santiago como algo que “entra en el corazón de la humanidad, como dijo
el Apóstol Pablo”.
Carlos Osoro preguntó a los
jóvenes cómo viven su pertenencia a la Iglesia: “¿Sois discípulos y hermanos?
¿Aprendéis de Jesús? ¿Sois hermanos con los otros? ¿Estáis
convencidos de que la única manera de transformar este mundo no se hace con la
fuerza de los hombres, sino que se hace con la fuerza de Dios?”.
Para el arzobispo de Madrid
estos días con los jóvenes “son una maravilla, estos somos nosotros, Iglesia viva, para llevar
la Buena Noticia a todos los hombres”.
Por la tarde, se realizarán
diversos talleres en tres turnos diferentes. A continuación, se desarrollará
“El Viaje del Apóstol” para adolescentes. Llegada la noche, los jóvenes de toda Europa volverán a saludar el
Apóstol Santiago en la catedral de la capital gallega.
Además de la música, que estará
presente en todos los actos de la PEJ22, también se reanudarán los espacios de
oración a partir de las 21:30. Y, por último, habrá espectáculos musicales en el Colegio de
La Salle y en el aparcamiento Salgueiriño.
Fuente:
Ecclesia