El Papa habló además de la estructura ministerial, que debe nacer de un discernimiento y que debe ser “dinámica, viva y flexible como la acción del Espíritu”
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Imagen referencial/Papa Francisco con obispos de Colombia. Crédito: Vatican Media |
El Papa Francisco informó sobre la iniciación de un diálogo con
las Conferencias Episcopales “para
poder compartir la riqueza de las experiencias ministeriales que
la Iglesia ha vivido en estos cincuenta años”.
Lo hizo en un mensaje dirigido a obispos, diáconos, presbíteros,
consagrados y laicos con motivo del 50º aniversario de la Carta Apostólica en
forma de Motu Propio Ministeria
Quaedam, publicada por San Pablo VI.
El Santo Padre resumió en 11 puntos las claves del Motu Propio en
su mensaje publicado este 15 de agosto, donde
subrayó su intención de comenzar un diálogo con las Conferencias Episcopales de
todo el mundo.
En primer lugar, el Papa explicó que “este documento ofreció a la
Iglesia una importante reflexión” y “una importante perspectiva que tuvo la
fuerza de inspirar posteriores desarrollos”.
A continuación, recordó dos Motu Propio suyos donde intervino
sobre el tema de los ministerios; Spiritus
Domini, que permitió a las mujeres el acceso al ministerio
instituido de lector y acólito y Antiquum
ministerium, que instituyó el ministerio de catequista.
En esta línea, el Pontífice destacó que “en el origen de todo ministerio está
siempre Dios, que por su Espíritu Santo obra todas las cosas en todos; la
finalidad de todo ministerio es siempre el bien común, la edificación de la
comunidad y es una llamada de Dios para el bien de la comunidad”.
El Papa habló además de la estructura
ministerial, que debe nacer de un discernimiento y que
debe ser “dinámica, viva y flexible como la acción del Espíritu”.
Advirtió también que esta acción del Espíritu, “debe arraigar en
ella cada vez más profundamente para que el dinamismo no se convierta en
confusión, la viveza se reduzca a improvisación extemporánea y la flexibilidad
se transforme en adaptaciones arbitrarias e ideológicas”.
Para el Pontífice, San Pablo VI indicó con Ministeria Quaedam “la dirección en la que podía
continuar el camino”.
“La eclesiología de comunión, la sacramentalidad de la Iglesia, la
complementariedad del sacerdocio común y del sacerdocio ministerial, la
visibilidad litúrgica de cada ministerio son los principios doctrinales que,
animados por la acción del Espíritu, hacen armoniosa la variedad de
ministerios”, defendió a continuación.
Asimismo, explicó que “si la Iglesia es el cuerpo de Cristo, todo
el servir (ministrar) del Verbo encarnado debe impregnar a sus miembros, cada
uno de los cuales -por su singularidad respondiendo a una llamada personal de
Dios- manifiesta un rasgo del rostro de Cristo siervo”.
El Papa Francisco aseguró que se debe continuar profundizando en
la reflexión de los ministerios y dijo que, si pretendiéramos definirlos y
resolverlos para luego poder vivir la ministerialidad, “muy probablemente no
llegaríamos muy lejos”.
Explicó además que el tiempo es superior al espacio y pidió huir “de la
obsesión por los resultados inmediatos en la resolución de todas las tensiones
y la clarificación de todos los aspectos”.
“Para poder escuchar la voz del Espíritu y no detener el proceso
-teniendo cuidado de no querer forzarlo imponiendo opciones que son fruto de
visiones ideológicas- creo que es útil compartir, tanto más en el clima del
camino sinodal, las experiencias de estos años”, dijo el Papa a continuación.
Aseguró que esto puede “ofrecer
valiosas indicaciones para llegar a una visión armoniosa de
la cuestión de los ministerios bautismales y continuar así nuestro
camino”.
“Por ello, deseo en los próximos meses, en la forma que se defina,
iniciar un diálogo sobre el tema con las Conferencias Episcopales para poder
compartir la riqueza de las experiencias ministeriales que la Iglesia ha vivido
en estos cincuenta años”, explicó el Papa Francisco.
Por último, confió este “viaje” a la protección de la Virgen
María, Madre de la Iglesia.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI Prensa