Sí ha censurado sus propuestas legislativas, que considera «inasumibles no solo para los creyentes, sino por una persona con sentido común y nociones elementales de la biología»
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Foto: Fandiño |
El secretario general y portavoz
de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, ha disculpado este
jueves a la ministra de Igualdad, Irene Montero, por sus polémicas palabras
sobre la sexualidad de los menores en el Congreso de los Diputados y ha añadido
que lo que realmente le preocupa son las leyes que promueve.
«Quiero ser comprensivo, porque
también salgo a la prensa y veo cómo se interpretan algunas de las respuestas.
Hace un argumento global y es la frase pequeña la que se ve. No creo que la
ministra defendiese que los niños puedan mantener relaciones sexuales», ha
afirmado en la rueda de prensa posterior a la Comisión Permanente de la CEE, que se celebró los días 27
y 28 de septiembre.
Sí
mostró reservas sobre el planteamiento de la persona y de la sexualidad que se
hace en los textos legislativos y en las exposiciones de motivos de los mismos
que promueve Montero, donde «se ve una concepción de la persona que es
inasumible no solo por un creyente, sino por una persona con sentido común y
nociones elementales de la biología».
En este sentido, el también
arzobispo de Valladolid ha explicado que algunos partidos de izquierda caen en
la contradicción de defender postulados que pudieran estar en línea con su
ideología como la solidaridad a nivel social y económico y al mismo tiempo la
autonomía, el individualismo o el derecho a decidir. «No se puede ser solidario
de cintura para arriba, en la cartera, sin ser solidario de cintura para abajo»,
ha añadido.
Reunión con el Defensor del
Pueblo
Por otra parte, Argüello ha
señalado que todavía no han recibido ninguna solicitud de colaboración concreta por parte del
Defensor del Pueblo, aunque ha dicho que cuando llegue «haremos nuestra
aportación». Además, ha reconocido que tanto él como el presidente de la CEE,
Juan José Omella, que ya han mantenido encuentros con Ángel Gabilondo, al que
han trasladado cuál es su «deseo de colaboración».
Sobre la investigación que lleva
a cabo el despacho Cremades & Calvo-Sotelo, ha dicho que en estos momentos
están realizando las visitas a las diócesis y a las congregaciones religiosas y
que solo mantienen con este reuniones técnicas para facilitar su trabajo.
Con todo, ha dicho que los datos
que se han ido presentando dejan entrever que la dimensión en nuestro país es
«de cientos de casos, pero no de cientos de miles», aunque ha añadido que la
realidad es igualmente «dramática». «El problema de los abusos a menores crece
en todos los ámbitos, es un problema de primera magnitud. La Iglesia se siente
afectada y concernida», ha añadido.
LOMLOE y crisis económica
Entre otros temas, el prelado ha abordado
la aplicación de la LOMLOE y sus efectos sobre la clase de Religión. Ha dicho
que la puesta en marcha de la nueva ley educativa está siendo «convulsa» para
todos y ha añadido que la situación de la asignatura de Religión es diversa en
función de las comunidades autónomas.
También relacionado con el
regreso a las aulas y con la situación socioeconómica del país, afectado por
una crisis de inflación, ha reconocido que son cada vez más numerosas las
peticiones de ayuda que llegan a la Iglesia para hacer frente a los libros y
demás material escolar.
Con todo, ha evitado entrar en el
debate sobre si es pertinente en estas circunstancias subir o bajar impuestos.
«Evidentemente, hay un problema y el estado de bienestar tiene que dar
respuesta. La repuesta es discutible y la Iglesia no tiene opinión propia. Hay
propuestas socialdemócratas, que piden subir impuestos, y otras que dicen que
se recauda más si se impone menos. Lo que no es discutible es que no se puede
dejar a personas tiradas en la cuneta», ha añadido.
Balance en la CEE
Finalmente, Argüello ha hecho
balance de su paso por la secretaría general y la portavocía de la CEE, cargos
que dejará el próximo mes de noviembre para centrarse en Valladolid, diócesis
de la que es arzobispo desde el pasado mes de julio. «Ha sido una experiencia
enriquecedora en lo personal, por el trabajo en esta casa. Hemos vivido un
cambio de estatutos y la insistencia en una forma de trabajo distinta, más
conjunto», ha explicado.
También ha valorado la relación
con las administraciones, que ha calificado de «complicada», pues ha podido
comprobado como se conjugan un «cordialidad en las formas» con «sorpresas
extraordinarias en los desarrollos». En cualquier caso, ha dicho que es
«valioso» que un presidente del Gobierno haya visitado por primera vez la CEE y
ha reivindicado el papel de la Iglesia como constructora de puentes.
Fran Otero
Fuente: Alfa y Omega