En el mes de octubre la Iglesia Católica celebra a tres santos muy queridos que destacaron por su amor y devoción a la Eucaristía, presencia real de Cristo
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Crédito: Asociación Carlo Acutis, Vatican Media y la Archidiócesis de Granada |
Los santos son el Papa San Juan
Pablo II, cuya fiesta se celebra el 22 de octubre, Santa Faustina Kowalska,
conmemorada el 5 de octubre, y el Beato Carlo Acutis, cuya memoria recordamos
el 12 de octubre.
A continuación, te compartimos
una reseña que el P. Stan Smolenski escribió para National Catholic
Register sobre cada uno de ellos, para alentar a los católicos a seguir su
ejemplo de vida y su amor al Santísimo Sacramento.
Papa San Juan Pablo II
El P. Stan recuerda que “todos
los miembros del personal de San Juan Pablo II sabían que la Misa era el centro
de su día”.
“Pasaba 10
minutos con los asistentes en preparación y 10 minutos después en acción de
gracias. Era evidente que estaba físicamente allí, pero conscientemente
profundamente en la presencia del Señor. Su secretario dijo que hacía unas 20
visitas al Santísimo Sacramento cada día, por lo general postrado en forma de
cruz”, cuenta.
Además, relata que todos los
organizadores de los viajes al exterior de Juan Pablo II “sabían que una
visita improvisada al Santísimo podía retrasar el horario al menos 20 minutos,
por lo que se les recomendó asegurarse de que no pasara por una capilla en su
camino”.
También contó que durante una
anécdota durante la visita del Papa a Baltimore en 1995, en la capilla de la
residencia del cardenal.
“El organizador papal enfatizó
que la puerta de la capilla debía permanecer cerrada. Se parecía a todas las
demás puertas. San Juan Pablo pasó por la puerta cerrada y luego se detuvo, se
dio la vuelta y se dirigió hacia esa puerta. Entró durante los 20 minutos
habituales y luego señaló con el dedo al organizador papal. Parecía que tenía
un sexto sentido con respecto a la Sagrada Eucaristía”, contó.
El P. Stan recuerda que en San
Juan Pablo II escribió varios documentos sobre la Eucaristía, siendo el
principal su encíclica Ecclesia de Eucharistia.
“Quería renovar la fe y la
devoción a la Eucaristía como Presencia, Sacrificio y Comunión. Dijo que cada
congregación que asiste a Misa debe estar unida en asombro y acción de gracias
por lo que está participando, y que María, Mujer de la Eucaristía, es nuestro
modelo”, acotó.
Santa Faustina Kowalska
Santa Faustina nació en Polonia
en 1905 y murió en 1935. Fue la primera santa canonizada en el 2000. Recibiendo
revelaciones sobre la Divina Misericordia, Jesús le indicó que llevara una
cuenta en un diario y promoviera una imagen especial, una fiesta, una
coronilla, una novena y una oración diaria de las 3:00 p.m. dedicada a la Divina
Misericordia.
Según el P. Stan, ella “ella
experimentó un conocimiento infundido, como anotó en su diario sobre la
Eucaristía de la Última Cena”.
Santa Faustina escribió: “Durante
esta hora de oración, Jesús me permitió entrar al Cenáculo y fui testigo de lo
que allí sucedió. Sin embargo, me conmovió profundamente cuando, antes de la
Consagración, Jesús levantó los ojos al cielo y entabló una misteriosa
conversación con su Padre. Solo en la eternidad entenderemos realmente ese
momento. Sus ojos eran como dos llamas; su rostro estaba radiante, blanco como
la nieve; todo su personaje lleno de majestad, su alma llena de anhelo”.
“En el momento de la
Consagración, el amor descansaba saciado, el sacrificio completamente
consumado. Ahora solo se llevará a cabo la ceremonia externa de la muerte:
destrucción externa; la esencia [de ella] está en el Cenáculo. Nunca en toda mi
vida había comprendido tan profundamente este misterio como durante aquella
Hora de Adoración. Oh, ¡Cuán ardientemente deseo que el mundo entero llegue a
conocer este insondable misterio!” (Diario 684).
El P. Stan recuerda que “Santa
Faustina informó haber visto los rayos rojos y pálidos que se extendían desde
la custodia, mientras escuchaba a Nuestro Señor decir: ‘Aquí estoy el Rey de la
Misericordia’, una fuerte motivación para nuestra frecuente adoración”.
Beato Carlo Acutis
Este joven de 15 años se está
volviendo rápidamente y universalmente popular. Nació en 1991 en Inglaterra de
padres italianos, murió en 2006 en Italia de una leucemia agresiva. Carlo
mostró todos los intereses característicos de un niño, incluido el fútbol, la
fotografía y especialmente las computadoras.
Aunque era un estudiante
corriente, tenía el genio de un profesor universitario en esa ciencia. Él era
fuertemente provida y así lo expresó. Su vida fue dirigida por su fe católica a
pesar de que sus padres no eran practicantes.
El P. Stan señala que la
“Eucaristía fue el centro de su vida”.
“Se informa que Carlo recibió la
Sagrada Comunión todos los días después de su Primera Comunión. Dijo que la
Eucaristía era su ‘camino al cielo’. No solo un camino o carretera (vía en
italiano), con semáforos y señales de alto, sino una autopista, sin obstáculos
y directo a su destino”, comentó.
El interés de Carlos en la
Eucaristía lo llevó a estudiar los 126 milagros eucarísticos conocidos en
Europa.
“Las vacaciones familiares se
utilizaron para visitar estos sitios. Aplicó sus conocimientos informáticos
para ellos y produjo carteles de cada uno que están circulando en todo el mundo
en varios idiomas. Todas las iglesias de Asís, su ciudad favorita donde está
consagrado, tuvieron adoración eucarística el día en que fue beatificado en
octubre de 2020, convirtiéndola en una ciudad eucarística”, relató el P. Stan.
Esto “demuestra que incluso los
jóvenes pueden convertirse en evangelizadores de la Eucaristía utilizando sus
talentos para ese propósito”, agregó.
Traducido y adaptado por Diego
López Marina. Publicado originalmente en National
Catholic Register.
Fuente: ACI Prensa