A pocos días de la noche de Halloween, que se celebra internacionalmente cada 31 de octubre, te presentamos ocho datos que todo cristiano debe saber sobre esta fiesta pagana
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| Imágenes: Calabazas (Flickr: The-B's) - Bruja (Flickr: Lumiago) - Demonio (Flickr: Adrian Scottow) |
“¿Cómo hace el demonio para
alejarnos del camino de Jesús? La tentación comienza levemente, pero crece:
siempre crece. Segundo, crece y contagia a otro, se transmite a otro, trata de
ser comunitaria. Y al final, para tranquilizar el alma, se justifica. Crece,
contagia y se justifica”, advirtió el Papa Francisco en abril del 2014.
A continuación los ocho datos:
1. El origen del nombre
La Solemnidad de Todos los Santos
es el 1 de noviembre y en la Iglesia se empieza a celebrar desde la noche
anterior.
Por ello la noche del 31 de
octubre era llamada en el inglés antiguo “All hallow’s eve” (víspera de todos
los santos). Más adelante esta palabra se abrevió a “Halloween”.
2. Las raíces celtas de la celebración
Ya en el siglo VI A.C., los
celtas del norte de Europa celebraban el fin de año con la fiesta de “Samhein”
(o La Samon), festividad del sol que comenzaba la noche del 31 de octubre y que
marcaba el fin del verano y de las cosechas.
Ellos creían que esa noche el
dios de la muerte permitía a los difuntos retornar a la tierra, fomentando un
ambiente de terror.
Según la religión celta, las
almas de algunos difuntos se encontraban dentro de animales feroces y podían
ser liberadas con sacrificios de toda índole a los dioses, incluyendo
sacrificios humanos.
Una forma de evitar la maldad de
los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos era disfrazándose para
tratar de asemejarse a ellos y así pasar desapercibido ante sus miradas.
3. La mezcla con el cristianismo
Cuando los pueblos celtas fueron
evangelizados, no todos renunciaron a sus costumbres paganas.
Además, la coincidencia
cronológica de la fiesta pagana del “Samhein” con la celebración de Todos los
Santos y la de los Fieles Difuntos el 2 de noviembre, hizo que las creencias
cristianas se mezclaran con las antiguas supersticiones de la muerte.
Con la llegada de algunos
irlandeses a Estados Unidos se introdujo el Halloween, que llegó a ser parte
del folklore popular del país norteamericano.
Luego, incluyéndose los aportes
culturales de otros migrantes, se introdujo la creencia de las brujas,
fantasmas, duendes, drácula y diversos monstruos. Más adelante esta celebración
pagana se propagó a todo el mundo.
4. Es una fiesta importante
dentro del satanismo
Según el testimonio de algunas
personas que practicaron el satanismo y luego se convirtieron al cristianismo,
Halloween es la más importante fiesta para los cultos demoníacos porque se
inicia el nuevo año satánico y es como una especie de “cumpleaños del diablo”.
Es en esta fecha que los grupos
satánicos sacrifican a jóvenes y especialmente a niños porque son los
preferidos de Dios, y en la que también se perpetran profanaciones de la
Eucaristía en las iglesias católicas.
5. El origen de la pregunta
“¿Truco o Trato?”
En Halloween los niños y no tan
niños se suelen disfrazar de seres horribles y temerarios y van de casa en casa
exigiendo “trick or treat” (truco o trato). La costumbre es que si no se les da
alguna golosina, los visitantes harán una maldad al residente del lugar.
Hay quienes consideran que los inicios
de esta costumbre están en la persecución que se hacía a los católicos en
Inglaterra, donde sus casas eran amenazadas.
6. El origen de la calabaza con
forma de rostro
Existe una antigua leyenda
irlandesa que cuenta que un hombre llamado Jack, que en vida había sido
malvado, no podía ni entrar al infierno por los demasiados trucos que le había
jugado al demonio; por lo que tuvo que permanecer en la tierra vagando por los
caminos con una linterna, hecha de un vegetal vacío con un carbón encendido.
La gente supersticiosa ponía una
linterna similar en la ventana o al frente de su casa para ahuyentar a Jack.
Más adelante, cuando esto se
popularizó, el vegetal para hacer la linterna pasó a ser una calabaza con
agujeros en forma del rostro de una calavera o bruja.
7. El gran negocio de la
celebración
Hollywood ha contribuido con la
expansión celebrativa del Halloween a través de numerosas películas en las que
la violencia gráfica y los asesinatos crean en el espectador un estado morboso
de ansiedad y angustia, provocando muchas veces una idea errónea de la
realidad.
Asimismo, las máscaras,
disfraces, dulces, maquillaje y demás artículos son motivo para que algunos
empresarios fomenten el “consumo del terror” y saquen su provecho económico de
esta “moda” estadounidense.
8. Hay disfraces que pueden
evocar el catolicismo
Según el P. Jordi Rivero, gran
apologeta, celebrar una fiesta con disfraces no es intrínsecamente malo,
siempre y cuando se cuide que el disfraz no vaya contra el pudor, el respeto
por lo sagrado y la moral en general.
Es por ello que en los últimos
años ha ido en aumento la celebración
alternativa del “Holywins” (la santidad vence), que consiste en disfrazarse
del santo o santa favorito y participar la noche del 31 de octubre en diversas
actividades de la parroquia como Misas, vigilias, grupos de oración por las
calles, Adoración Eucarística, canto, música y baile en “clave cristiana”.
Fuente: ACI Prensa






