El administrador apostólico de la Archidiócesis de Valencia, Cardenal Antonio Cañizares, ha llamado a “gritar y clamar por la vida” porque “sin ella no habrá paz ni respeto a la persona que será conculcada en su derecho más fundamental: el derecho a la vida”
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El Cardenal Antonio Cañizares. Crédito: Alberto Sáiz / AVAN |
Así se expresó ante la multitud
de personas que abarrotó este sábado la Plaza de la Virgen en Valencia (España)
para sumarse al Rosario por la vida, la familia y la paz convocado por los
Obispos de las diócesis de la provincia eclesiástica levantina.
La convocatoria responde a la
“amenaza para el hombre y la cultura de la muerte de la sociedad actual, que no
aprecia la vida”, subrayó el Purpurado que expresó su dolor por “tantas
situaciones donde la vida es amenazada”.
En concreto se refirió no solo a
las “legislaciones inicuas” favorables al aborto y la eutanasia, sino también a
las situaciones que llevan a millones de personas a morir de hambre y “en la
guerra, ahora con una amenaza nuclear”.
El Cardenal
Cañizares enfatizó que “hay que decir ‘ya basta’ y propugnar la cultura de la
vida que es la cultura del amor, la verdad, la libertad, del respeto a la
dignidad de la persona humana”.
El Purpurado denunció además cómo
“la mujer hoy no es tratada como se merece, con dignidad absoluta” y que “hay
una ideología de género que está impregnándolo todo”.
Por todos estos motivos, el
Rosario convocado trató de decir un “‘Sí al hombre’, a la alegría de saberse
amado y de amar a los demás como Cristo nos ha amado y sin excluir a nadie y
‘No a la muerte’ y a las ideologías que desfiguran el rostro del hombre”.
“Profunda crisis antropológica”
Por su parte, el Obispo de
Orihuela-Alicante, Mons. José Ignacio Munilla, expuso que el momento actual “es
grave” y de “profunda crisis antropológica”, por lo que la convocatoria del
rezo público del Rosario es “la respuesta adecuada”.
El Prelado defendió la necesidad
de “hacer un signo en medio de esta crisis en la que nos encontramos” que
consiste en “recurrir a María” para redescubrir en Ella “el valor de la vida,
de la familia y de la educación”.
Mons. Munilla denunció que, con
la ley de eutanasia, se ha introducido en España “una cultura en la que los
enfermos nos están estorbando, nos sobran y se proponen salidas por la puerta
de emergencia, sin entender que la ancianidad también tiene una
dignidad”.
En este sentido, las Diócesis
convocantes proponen a sus fieles acogerse a un “testamento vital” que va a
estar accesible en las parroquias.
En él se solicita que conste
“nuestra petición de rechazo absoluto a la eutanasia, que queremos recibir los
cuidados paliativos que sean necesarios de una manera proporcional y que
queremos asistencia espiritual en el último momento de nuestra vida si estamos
en un hospital”.
Aborto irracional
El Obispo de Castellón, Mons.
Casimiro López afirmó que “hablar del aborto como un derecho, un derecho a
matar, porque desaparece un ser humano, es una irracionalidad, es algo que
subvierte todo el sistema de valores que ha tenido nuestra civilización
cristiana, romana y filosófica”.
Así lo aseguró durante su
intervención sobre el aborto relacionado con la objeción de conciencia de los
médicos que se pretende conculcar.
“Hay que rezar y también
favorecer que aquellos que por conciencia no estén dispuestos a ello lo puedan
hacer sin tener que someterse a un registro que no sabemos con qué intención
-aunque la suponemos- se va a hacer”, denunció.
Comunidades de aprendizaje
El Obispo de Mallorca, Mons.
Sebastiá Taltavull centró su intervención en la educación sobre el derecho a la
vida. A su juicio, a este respecto, “es muy importante la formación hecha de
forma responsable, respetuosa y enfocada a esta promoción humana que tiene que
durar toda la vida”.
Una formación que ha de comenzar
en la familia y continuar en el sistema educativo y en la Iglesia. El Prelado
instó a “romper con el individualismo, con aquello que no ayuda a la persona a
crear comunidad y desde el momento en el que puede vivir en esta comunidad, la
defensa de la vida es patente”.
Un Rosario “tsunami”
El Obispo de Ibiza, Mons. Vicente
Ribas alentó a valorar la dignidad de toda vida, en especial la de los más
frágiles, “de aquellos que están en camino, que pronto estarán entre nosotros y
de aquellas personas mayores, necesitadas y ancianos que necesitan todo nuestro
cuidado, todo nuestro respeto, toda nuestra ayuda”.
Por su parte, el administrador
diocesano de Menorca, P. Gerard Villalonga, compartió su deseo de que este rezo
público del Rosario en Valencia “no quede reducido a este momento si no que
tenga una continuidad mediante la irradiación de las familias cristianas”.
El P. Villalonga animó a
“declarar con toda nuestra firmeza y con todas nuestras fuerzas que la vida es
un don de Dios”, que es sagrada y que debe defenderse.
El administrador apostólico de
Menorca consideró que el rezo del Rosario es “como un tsunami, que esperamos
que tenga una repercusión posterior en todas las diócesis y en toda la
sociedad”.
Por Nicolás de Cárdenas
Fuente: ACI Prensa