3 claves, inspiradas en el Papa Francisco, para discernir si dedicamos demasiado tiempo a nuestro smartphone
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| AFP |
El papa Francisco crítico
de la tecnología y de los teléfonos celulares recibió, por segunda vez, a Tim
Cook, jefe de Apple, quien también admite: «Descubrí que estaba pasando mucho
más tiempo del que debería» con el smartphone.
El uso excesivo de teléfonos
inteligentes está relacionado con la depresión, los accidentes e incluso
problemas en las relaciones y en la comunicación entre padres e hijos y, en las
familias, en general.
El mismo Tim Cook, en una
ocasión, declaró a CNN que descubrió que usaba demasiado tiempo su smartphone a
través de una aplicación disponible en IPhone (04.06.2022).
Francisco
también ha pedido varias veces que los fieles limiten su uso de teléfonos
móviles por ejemplo en la misa (le molesta que haya hasta obispos que hacen
directos en las funciones o selfies) y den prioridad a la comunicación cara a cara. Probablemente en esto ha concordado con el
director ejecutivo de Apple, Tim Cook, que visitó el Vaticano este
lunes 3 de octubre de 2022.
El Papa de 85 años no tiene un
teléfono móvil personal. Sin embargo, el año pasado, interrumpió su audiencia
general cuando un asistente le pasó un teléfono móvil y recibió una llamada urgente
de un alto funcionario del Vaticano.
Ermitaños sociales
En el evento que reunió a mil
jóvenes economistas y empresarios en Asís, Economy of Francisco,vimos al Papa aceptar ser protagonista
de muchas selfies.
En otra ocasión, el Papa ha
planteado su sorpresa de cuánto tiempo pasa la gente «esclavizada» en sus
dispositivos y jocosamente se refería a los más chicos: Los jóvenes prefiere hacerse selfies conmigo y ya no me dan la
mano.
Asimismo, insta a los jóvenes a
que no se vuelvan «ermitaños sociales», un riesgo que corren también los
adultos usando sus celulares inteligentes.
En un discurso reciente
recomienda no aislarse en la propia habitación «como Peter Pan que no quiere
crecer, o como los jóvenes hikikomori que tienen miedo de enfrentarse
al mundo». Estos últimos, que se han convertido en un fenómeno social en Japón,
se apartan voluntariamente de toda vida social.
Francisco invita a los jóvenes
del mundo a unirse en un «pacto global de belleza», argumentando que «no hay
educación sin belleza» y sin relaciones afectivas y sentidas con los demás. (30.09.2022).
¿Cuánto tiempo uso mi smartphone?
Según App Annie, pasamos 4 horas y 48 minutos al día en
nuestros teléfonos móviles, un aumento del 30% respecto a las cifras anteriores
a la pandemia de 2019.
En resumen, eso supondría
una media de casi 35 horas a la semana,casi 150 horas al mes y casi 1.825
horas al año. Eso sería casi 76 días al año: más de 2 meses gastados,
perdidos y dispersos en espacios digitales, en actividades no relacionadas con
el trabajo.
El periodista y divulgador
cultural, Roberto Alborghetti, en su libro: (De) Generazione
Digitale (Ed.Fantasy, 2022), afirma que especialmente los jóvenes son cada
vez más adictos a la Red y a los dispositivos móviles. Por ello, visita las
escuelas de Italia para sensibilizar a los jóvenes y a los profesores sobre
este fenómeno en aumento.
¿Eres «móvil dependiente»?
A continuación, 3
claves para discernir si dedicamos demasiado tiempo a nuestro smartphone
Nos preocupamos y nos agitamos
por muchas cosas y hay necesidad de pocas o mejor de una sola (San Lucas 10,
38-42); buscar la trascendencia en el encuentro y en las relaciones con los
demás: quién esté en frente de nosotros que se sienta único, especial y digno
de ser escuchado, mirado a los ojos y acogido con una sonrisa.
La osadía de apagar el smartphone
Apagar el smartphone en la mesa, darse una pausa más veces
en el día, para estar en compañía de amigos, parientes, dedicar tiempo a los
hijos o a la pareja. Discernir si el tiempo dedicado a la virtualidad y a las
reuniones a distancia es superior a la calidad de vida y a la comunicación
«cara a cara».
No dejar descargada la batería
del corazón
Dejar a un lado el smartphone para alimentar el corazón, la
mente y el cuerpo para escapar de la bulimia de información, entretenimiento o
soledad auto infligida. El desplazamiento compulsivo (scroll) a menudo es
síntoma de falta de atención, concentración y de falta de ubicación en la
realidad de las tareas cotidianas, por ejemplo fatal en las distracciones al
volante. Algo que crea ansia, estrés, depresión y hasta la muerte (la toma del
selfie más arriesgado), según los expertos. ¿Qué hacer? Cerrar las pantallas
para rezar, meditar, ejercitarse, trabajar y tomar una tasa de té o café en
compañía. Cosas que podrían ser un camino corto hacia una vida menos
dependiente de la tecnología y conectarse o engancharse al wifi de la historia
de vida del otro, con su presente que late en su corazón, los ojos que brillan
de ilusiones o metas y/o navegar en el fascinante mundo de la mente de un amigo
o de alguien que piensa distinto o que te explica lo que sintió y aprendió
leyendo su último libro.
Discernir si las pantallas me
adsorben energía vital
Discernir para plantearse soluciones a los problemas de dependencia tecnológica y hacernos revisar por ojos nuevos sobre la calidad de nuestras relaciones interpersonales: en principio pedir a nuestros amigos o parientes que nos observen para notar si tenemos fallas en este sentido. Por ejemplo si nuestra mirada está puesta en las pantallas por mucho tiempo en momentos de socialización y, cuando no es necesario al trabajo, al crecimiento personal. Preferir la tecnología que pasar tiempo al aire libre o en compañía; revisando cada segundo el WhatsApp, TikTok o jugando con nuestro celular. Hay estudios que demuestran que las personas que pasaban más tiempo utilizando las redes sociales eran menos felices. Dejar que ojos nuevos también nos cuestionen y podamos responder juntos: ¿Fingimos de estar, sin estar aquí (en el tiempo presente del encuentro con el otro? ¿Oímos, pero sin escuchar? ¿Miramos a los ojos durante una conversación? ¿Soy capaz de apartar voluntariamente mi atención de las pantallas para entrar en contacto con los demás por varios minutos u horas? ¿Cuánto tiempo dedico a las pantallas respecto a la reflexión personal, el ejercicio físico, el estudio de un idioma o en construir relaciones interpersonales? ¿Gasto más tiempo en las pantallas que jugando con mis hijos, conversando con mi esposa o esposo, paseando con mi novio (a), saliendo con amigos y/o dedicando tiempo para conocer a otras personas en mi camino?
Ary
Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia






