15 – Octubre. Sábado. Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia
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Evangelio
según san Mateo 11, 25-30
En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os
aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi
yugo es llevadero y mi carga ligera».
Comentario
La fe es el
saber de los sencillos
El creyente
accede por la fe a una sabiduría superior que es el conocimiento de Dios. Para
la comprensión de las cosas de Dios, según Jesús, la gente sencilla tiene
ventaja incluso sobre los mismos teólogos, si éstos son tan sólo sabios
autosuficientes, poseídos de orgullo doctrinal. Dios prefiere a los humildes y
sencillos de corazón -sean sabios o ignorantes-, que, vacíos de sí mismos, se
le confían plenamente.
De por sí y
automáticamente, no cree más el que es más sabio, el que más teología y Biblia
conoce o el que pertenece a una élite religiosa; ni tampoco está incapacitado
para creer y entender a Dios el inculto e ignorante, o el que está en el último
peldaño de la escala social. Se explica así el que gente sencilla, de cortos
alcances intelectuales, pero de una gran fe, comprenda vivencialmente a Dios e
intuya su voluntad más certeramente que algunos investigadores de lo divino.
La fe es una
clase especial de sabiduría, pues no es ciencia, sino creencia por don de Dios.
Santa Teresa de Ávila reconocía no tener estudios de teología por Salamanca y,
sin embargo, alcanzó de Dios tal sabiduría espiritual que es doctora de la
Iglesia. Naturalmente, si se unen fe y ciencia, sabiduría y humildad de
espíritu, como fue el caso de santo Tomás de Aquino, estaremos en la situación
ideal y más ventajosa.
Fuente: Dominicos