El Obispo de Córdoba (España) y miembro de la Congregación para las Causas de los Santos, Mons. Demetrio Fernández, explicó qué son los milagros y cuál es el proceso que sigue la Santa Sede para validar la veracidad de una acción sobrenatural
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| Imagen referencial. Créditos: Pixabay |
Mons. Fernández indicó a ACI
Prensa que un milagro es una acción de Dios, en la que el Señor “actúa
directamente por encima de las leyes naturales, produciendo un efecto que la
ciencia no puede explicar”.
“Los milagros nos muestran la
grandeza de Dios y su poder, y llenan nuestro corazón de esperanza, porque para
Dios no hay nada imposible”, señaló.
El Prelado resaltó que existen
clases de milagros, que se separan en morales, “donde Dios actúa cambiando el
corazón de una persona que está disponible a ello”; y en físicos, “cuando se
produce una curación física, que la ciencia no puede explicar”.
Además, indicó
que para beatificar o canonizar a alguien, es necesario que el postulador
presente “pruebas de las virtudes heroicas del Siervo de Dios” y se valide un
milagro por intercesión de la persona.
“Al trabajo de los hombres, se
pide que el dedo de Dios certifique la santidad del que ha de ser beatificado o
canonizado”, agregó.
El Prelado señaló que en la
investigación de una causa de santidad intervienen “testigos directos, médicos,
expertos”, hasta profesionales de la salud ateos, entre los que se hace una
valoración de los hechos extraordinarios, “donde concluyen que tal hecho no es
explicable por la ciencia”.
Mons. Fernández indicó que los
consultores teólogos deben “demostrar que el hecho extraordinario se ha
realizado invocando al que va a ser beatificado o canonizado. Y no vale pedirlo
a varios a la vez, porque invalida esta demostración”.
“Llegados a estas conclusiones,
los Padres de la Congregación presentan al Papa el hecho calificándolo de
milagro, y el Papa decide”, agregó.
El Prelado señaló que ha “visto
varios milagros realizados en nuestros días”, y que estos acontecimientos
sobrenaturales “no son sólo hechos maravillosos de la Edad Media”.
Asimismo, resaltó que los santos
y beatos son “hermanos nuestros que han vivido el camino hacia el Cielo con las
mismas dificultades que nosotros, ayudados por la gracia de Dios”.
“Ellos nos hacen entender que
nuestra vocación es la santidad, que la santidad está a nuestro alcance con la
gracia de Dios”, agregó.
Mons. Fernández resaltó que los
santos son modelos que nos ayudan a seguir el camino de la santidad e
intercesores que nos “ayudan desde el cielo en el camino de la vida” e indicó
que la Iglesia recomienda tener un trato con los santos, “conocer sus vidas y
sus virtudes, seguir sus enseñanzas”, acudir a su ayuda, no solamente para
pedir milagros “sino para que nos ayuden en la vida cotidiana, en la misión que
Dios nos ha confiado”.
Finalmente, dijo que la Iglesia
es una familia, y los santos son como hermanos mayores, que “han recorrido con
éxito el camino de la vida y quieren ayudarnos a los que todavía peregrinamos
hacia el cielo”.
“Los santos son el mejor
certificado de que Dios existe, de que la Iglesia genera santos. Los santos son
una prueba de que la Iglesia es santa”, concluyó.
Por Harumi
Suzuki
Fuente: ACI Prensa






