Una antigua devoción ligada a la Reconquista
![]() |
Leonardo-CC |
La
Virgen de la Almudena es la patrona de Madrid, la capital de España. Es una de
las muchísimas «vírgenes encontradas». Este fenómeno, ligado a la Reconquista,
vio el suelo hispano lleno de milagrosos hallazgos de estatuas marianas, que le
ha valido el sobrenombre de «tierra de María».
La tradición de la Almudena madrileña es especialmente hermosa; y
aunque probablemente sus orígenes no sean tan extraordinarios como cuenta la
leyenda, ciertamente ésta ha sido clave para la devoción y el amor de los
madrileños hacia su patrona.
Cuenta la tradición que a comienzos del siglo VIII, ante la
inminencia de la invasión sarracena, los cristianos de la villa para evitar la
profanación de la imagen, escondieron a la Señora en un cubo de la muralla, tapiándola
junto con dos velas encendidas.
Otros
documentos posteriores afirman que fue el arzobispo de Toledo, de la que
entonces dependía Madrid, quien ordenó que fuese ocultada para evitar la
profanación.
Y que bajo el pontificado de Gregorio VII, el rey Alfonso
VI, al conquistar Mayerit, «convocó una procesión encabezada por él mismo. Al
llegar junto al cubo de la muralla cercano a la Almudayna unas piedras se
derrumbaron; y en el hueco estaba la imagen de la Virgen con los dos cirios
encendidos. Era el 9 de noviembre del año 1085”.
Una «virgen escondida»
Otra tradición afirma que fue al Cid Campeador al que se le abrió
milagrosamente la entraña de la muralla para mostrarle la imagen de la Virgen;
era como una señal de que podía conquistar la ciudad.
¿Es posible que la leyenda tenga alguna base histórica?
Ciertamente, se sabe que el Mayerit musulmán se erigió sobre una población
visigoda anterior. Estaba justo enclavada en la colina donde hoy se levantan
dos de los edificios más emblemáticos de la ciudad: la catedral de la Almudena
y el Palacio Real. Este altiplano elevado sobre el río Manzanares estaba, en la
época musulmana, rodeado por una muralla y convertido en una fortaleza militar (al-mudayna).
Seguramente habría una devoción mariana local: las crónicas hablan
de una «Virgen de la Vega», venerada por la población local. Y es muy probable
que los cristianos, después de la invasión musulmana, continuaran practicando
su fe en privado y transmitiéndola de generación en generación.
También se sabe que desde el primer momento de la reconquista
cristiana de la ciudad, la imagen recibió una veneración singular; y que se
colocó en una iglesia en la que hoy se alza la Catedral de la Almudena.
Cuando en 1707 se derribó el llamado cubo de la Virgen, se acordó
colocar una imagen de piedra en su lugar, donde todavía los madrileños siguen
venerando esta imagen en recuerdo de aquel hallazgo.
Hoy, la Catedral de la Almudena alberga una imagen posterior,
de estilo gótico, realizada posiblemente entre los siglos XV y XVI. La
Virgen está vestida como una reina con el Niño en brazos, vestida con una
túnica roja y un manto bordado en azul.
Inma Álvarez
Fuente: Aleteia