"La santidad no es un programa de esfuerzos y de renuncias: es ante todo la experiencia de ser amado por Dios, de recibir gratuitamente su amor, su misericordia"
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Una estatua del columnado de la Plaza de San Pedro |
El tuit del Papa Francisco en el día en que se presentó la conferencia
programada en la Universidad Lateranense del 9 al 11 de noviembre para el 40
aniversario de la constitución apostólica "Divinus Perfectionis
Magister", el documento con el que Juan Pablo II reformó los procesos de
beatificación y canonización.
"La #santidad no es un programa de esfuerzos y de renuncias: es ante todo la experiencia de ser amado por Dios, de recibir gratuitamente su amor, su misericordia". Este es el tuit del Papa Francisco lanzado por la cuenta @Pontifex el día en que se presentó la conferencia titulada "Modelos de santidad y canonizaciones a 40 años de la Constitución Apostólica Divinus Perfectionis Magister".
El evento,
promovido por el Dicasterio para las Causas de los Santos y el Pontificio
Comité para las Ciencias Históricas, se celebra en la Pontificia Universidad
Lateranense del 9 al 11 de noviembre. Entre los objetivos está identificar los
ambientes de santidad, la importancia de los milagros para las causas de los
santos y analizar cómo se representan los santos. El padre Bernard Ardura,
presidente del Comité Pontificio para las Ciencias Históricas, y el profesor
Bernard Dompnier, antiguo catedrático de la Universidad de Clermont,
intervinieron en la presentación de este acto en la sala San Pío X de Roma.
Los Pontífices y las causas de los santos
El padre Bernard Ardura destacó que hace cuarenta años San Juan Pablo II
con la Constitución Apostólica Divinus Perfectionis Magister "reformó
profundamente el proceso de las causas de beatificación y canonización".
El Papa Wojtyła siguió los pasos de sus predecesores, especialmente Urbano VIII
y Benedicto XIV, que habían querido "recoger la experiencia de los siglos
pasados para hacer más preciso y documentado el estudio de las causas de los
santos". El Papa Pío XI, en el período entre las dos guerras mundiales,
también supo "captar la importancia del progreso de las ciencias
históricas" y creó la oficina histórica de la entonces Congregación de
Ritos para asegurar "la veracidad" de lo que se refiere a las vidas
de los santos. Pablo VI, recordó entonces el padre Ardura, "simplificó
radicalmente el procedimiento" al confiar la primera fase, la diocesana, a
la responsabilidad de los obispos. San Juan Pablo II, en 27 años, proclamó más
de 450 santos, casi 1.300 beatos.
Los entornos de la santidad
En el ámbito de la hagiografía, ciencia histórica que estudia no sólo la
vida de los santos, hay una pregunta particular que estará en el centro de la
conferencia: ¿cuáles son las figuras de santidad que la Iglesia quiere proponer
hoy como modelos de vida? "Durante la conferencia -siguió subrayando el
padre Ardura- nos proponemos hacer algún tipo de balance de los últimos
cuarenta años en el ámbito de la hagiografía, la teología y el derecho
relacionados con las causas de los santos". Una comparación para destacar
"la gran variedad de figuras santas" que han nacido o se han
desarrollado en este tiempo. Hay mártires, religiosos y santos laicos. Pero
también "papas, médicos, niños, adolescentes". "Intentaremos
identificar", dijo finalmente el padre Ardura, "los ambientes de
santidad que reflejan nuestra época", "los movimientos familiares y
religiosos, y nos gustaría al menos tocar algunos temas muy relevantes, como el
reto de la inculturación de la santidad".
Historia y santidad
¿Por qué estudiar la santidad? A esta pregunta, planteada durante la rueda de prensa, el profesor Bernard Dompnier respondió destacando que la historia de la santidad ha sido objeto de numerosos estudios en la última década. Pero los historiadores, añadió, se han interesado por la santidad desde la Edad Media hasta la época contemporánea. Un primer campo de investigación, explicó Bernard Dompnier, fue el reconocimiento de la santidad: "Investigar, en las distintas etapas de la historia, los criterios de este reconocimiento proporcionan información sobre la propia Iglesia, sobre sus valores". El periodo moderno, afirmó finalmente el profesor Dompnier, se caracterizó por el progreso de la erudición y por un trabajo muy importante de revisión del Santoral. Con la época moderna, entramos en una fase en la que el modelo de santidad se acercó al actual.
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