El Catecismo de la Iglesia Católica, el texto en el que está condensado lo que un católico debe creer y saber, se refiere al tema del horóscopo y la astrología en el numeral 2116
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Imagen referencial. Crédito: Pixabay |
Ante el deseo de saber qué le
depara a una persona el porvenir, muchos recurren al horóscopo de hoy, que es
la predicción del futuro basada en la posición de los astros y los signos del
Zodiaco pero, ¿debe hacer esto un católico?
Muchos son los católicos que
recurren también a Internet para saber “cuál es mi signo” o “qué es el
horóscopo”, depositando su confianza, a veces ciega, en estos recursos.
El Catecismo de la Iglesia
Católica, el texto en el que está condensado lo que un católico debe creer y
saber, se refiere al tema del horóscopo y la astrología en el numeral 2116.
“La consulta de horóscopos, la
astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los
fenómenos de visión, el recurso a ‘mediums’ encierran una voluntad de poder
sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo
de granjearse la protección de poderes ocultos”, señala el texto.
“Están en
contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos
solamente a Dios”, precisa el Catecismo.
¿El diablo puede intervenir en el
horóscopo de hoy?
El sacerdote José Antonio Fortea,
quien durante años se dedicó al ministerio del exorcismo y que es autor del
libro Summa Demoniaca, responde a la pregunta.
“En principio, el demonio solo
interviene cuando se le invoca. Esas formas de adivinar el futuro en que no se
invoca a fuerzas ocultas, ni a seres espirituales desconocidos, no son
demoníacas", explica el P. Fortea en Summa Demoniaca.
"Son prácticas
supersticiosas, pero no demoníacas”, aunque “los que practican tales
supersticiones sentirán cada vez más la tentación de invocar tales fuerzas y
seres desconocidos”, agrega.
El experto en demonología refiere
luego que “si el futuro no es posible conocerlo ni invocando a los demonios,
mucho menos con esas prácticas de astrología, cartomancia, etc. Los mismos que
practican esas supercherías son la prueba viviente de que por ese medio no se
puede obtener ningún beneficio”.
“Los únicos que sí que suelen
obtener algún beneficio de tales adivinaciones, son los embaucadores
profesionales que son los primeros en no creer en ellas y que saben dosificar
sus predicciones para no pillarse los dedos”, asegura el experto.
Por Walter Sánchez Silva
Fuente: ACI Prensa