«Confiemos en que el Señor nos ayude. Yo, retirado en mi oración, estaré siempre con vosotros, y juntos avanzamos con el Señor, con esta certeza: El Señor vence.»
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VINCENZO PINTO | AFP |
«Confiemos en que el Señor nos
ayude. Yo, retirado en mi oración, estaré siempre con vosotros, y juntos
avanzamos con el Señor, con esta certeza: El Señor vence». En su último
discurso al clero de Roma, Benedicto XVI ya estaba preparando su testamento
espiritual (14.02.2013).
Renovar nuestra fe
El papa emérito Benedicto XVI
enseñó en varias ocasiones que «solamente quien puede reconocer una gran
esperanza en la muerte, puede también vivir una vida a partir de la esperanza»
(02.11.2012). Y así invita a los fieles a no tener miedo del último adiós, que
«está iluminada por la Resurrección de Cristo, y para renovar nuestra fe en la
vida eterna».
Hay que prepararse para la muerte
El pontífice alemán dijo a su
biógrafo: «Hay que prepararse para la muerte. No en el sentido de realizar
determinados actos, sino de vivir preparándose para pasar el último examen ante
Dios. Dejar este mundo y presentarme ante Él y los santos, amigos y enemigos.
Aceptar, digamos, la finitud de esta vida y proponerse alcanzar la presencia de
Dios» (Últimas conversaciones, el libro-entrevista de Peter Seewald).
Peter Seewald le preguntó cómo se
preparaba para la muerte y Benedicto le respondió: «Simplemente en mi
meditación: siempre pienso en ello, en el hecho de que nos estamos moviendo
hacia el final. Siempre intento prepararme y, sobre todo, estar presente. Lo
importante, sin embargo, no es que me lo imagine todo, sino que vivo con la
conciencia de que toda la vida se concentra en un encuentro».
El hombre necesita eternidad
Benedicto XVI indica que el
«hombre necesita eternidad, y para él cualquier otra esperanza es demasiado
breve, es demasiado limitada. El hombre se explica sólo si existe un Amor que
supera todo aislamiento, incluso el de la muerte, en una totalidad que
trascienda también el espacio y el tiempo.
El hombre se explica, encuentra
su sentido más profundo, solamente si existe Dios. Y nosotros sabemos que Dios
salió de su lejanía y se hizo cercano, entró en nuestra vida y nos dice: «Yo
soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y
el que está vivo y cree en mí no morirá para siempre» (Jn 11, 25-26) [02.11.2011].
La puerta oscura de la muerte
El Papa Francisco también ha
citado a Benedicto XVI, «nos ha dado un buen consejo» en torno al tema de la
llegada de la muerte (9.02.2022). Además, recordando que San José es el patrón
de la buena muerte (Mt 24,42.45-47).
Para Francisco «nuestra relación
con la muerte no se refiere nunca al pasado, está siempre presente». Por ello,
citó al papa emérito Benedicto XVI: «Es hermoso dar las gracias al Papa
Benedicto que a los 95 años tiene la lucidez de decir esto: ‘Yo estoy delante
de la oscuridad de la muerte, a la puerta oscura de la muerte’. ¡Nos ha dado un
buen consejo! La llamada cultura del ‘bienestar’ trata de eliminar la realidad
de la muerte», explicó.
El papa latinoamericano se
refirió a la carta de Benedicto XVI publicada el 08 de febrero en respuesta al
informe de la archidiócesis de Múnich y Freising sobre abusos sexuales publicado en 2022.
Muy pronto me presentaré ante al
juez definitivo
En ella, el papa Ratzinger
expresó su tranquilidad para enfrentar la muerte: «Muy pronto me presentaré
ante al juez definitivo de mi vida. Aunque pueda tener muchos motivos de temor
y miedo cuando miro hacia atrás en mi larga vida, me siento sin embargo feliz
porque creo firmemente que el Señor no sólo es el juez justo, sino también el
amigo y el hermano que ya padeció Él mismo mis deficiencias y por eso, como
juez, es también mi abogado (Paráclito)».
Ante la hora del juicio, prosigue
el papa emérito, «la gracia de ser cristiano se hace evidente para mí. Ser
cristiano me da el conocimiento y, más aún, la amistad con el juez de mi vida y
me permite atravesar con confianza la oscura puerta de la muerte».
La última etapa de su
peregrinación en esta tierra
En el día de su renuncia oficial
Benedicto XVI, como buen profesor y hombre de fe, ha dejado palabras para
ayudar a las personas a leer estos tiempos de expectativa sobre su salud (28.02.2013):
«Queridos amigos, me alegra estar
con vosotros, rodeado por la belleza de la creación y por vuestra simpatía, que
me hace mucho bien. Gracias por vuestra amistad, por vuestro afecto. Sabéis que
para mí este es un día distinto de otros anteriores. Ya no soy Sumo Pontífice
de la Iglesia Católica. Todavía lo seré hasta las ocho de esta tarde, después
ya no. Soy simplemente un peregrino que empieza la última etapa de su
peregrinación en esta tierra. Pero quisiera trabajar todavía con mi corazón,
con mi amor, con mi oración, con mi reflexión, con todas mis fuerzas
interiores, por el bien común y el bien de la Iglesia y de la humanidad. Y me
siento muy apoyado por vuestra simpatía. Caminemos junto al Señor por el bien
de la Iglesia y del mundo. Gracias, y ahora os imparto de todo corazón mi
Bendición. Que os bendiga Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Gracias, buenas noches. Gracias a todos».
En este contexto, fieles de todo
el mundo rezan por la salud del papa emérito Benedicto XVI. El Papa Francisco
renovó hace unas horas su invitación a rezar por el papa Ratzinger y a
acompañarle en estas horas difíciles (29.12.2022).
Ary
Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia