El obispo analizó las reacciones a la «sensata» propuesta provida
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| José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante |
El gran protagonista informativo de la semana ha sido el latido fetal, que comienza a los 15 días de
la fecundación, es audible con algunos dispositivos a partir de las 4 semanas, y
con total claridad a partir de las 7 u 8.
La noticia, avanzada por el vicepresidente de la Junta de Castilla
y León, Juan García-Gallardo (Vox),
de que se le ofrecería a las madres la posibilidad de escucharlo y de ver a su
hijo -si el médico lo consideraba aconsejable- en una ecografía 4D, ha suscitado a nivel nacional “una auténtica escandalera” con “reacciones de locura”, comentó el
obispo de Orihuela-Alicante este viernes en el programa Sexto
Continente de Radio María.
En jaque "muchas cosas"
Una “primera reflexión” que se impone, afirmó José Ignacio Munilla, es “qué
sentido tiene un escándalo así por el hecho de que alguien haga una propuesta tan sensata como
ésta”. La respuesta es que poner sobre la mesa el latido del corazón fetal
“pone en jaque muchas cosas, pues hay sonidos que despiertan conciencias, imágenes que sanan
cegueras”.
Cuando se está diciendo que abortar no es matar a un niño,
escuchar su corazón “es desenmascarar
la mentira de quien quiere negar que existe un ser humano vivo en fase
de gestación”.
Y se pone también en jaque, continuó el prelado, “el concepto
progresista y nihilista de libertad, que consiste en decidir sobre una realidad sin querer verla ni oírla”.
La segunda traición
Pero monseñor Munilla no se limitó a una crítica genérica a lo
sucedido, porque el “escándalo” de estos días no lo han montado solo los
impulsores a ultranza del aborto, sino muchos de sus teóricos contrarios.
“Vivimos en una sociedad donde, más que la verdad, buscamos el cálculo político”, y el PP (que preside el
gobierno regional de coalición) se echó atrás cuando pensó que el “efecto
mediático” de esta medida no le iba a suponer “rédito en su lucha contra el
Gobierno”.
“Una vez más, el
PP traiciona la causa provida”, dijo don José Ignacio, antes de recordar
que, gobernando Mariano
Rajoy con mayoría absoluta, forzó en septiembre de 2014 la dimisión
del ministro de Justicia, Alberto
Ruiz-Gallardón, desautorizado en el último momento al no apoyar el
ejecutivo su reforma de la ley del aborto, que entre otros puntos habría
eliminado, por discriminatorio, el supuesto de aborto por malformación o
enfermedad fetal.
“Pasó entonces y vuelve a ocurrir ahora esa traición",
continúa Munilla, aunque ahora no es Rajoy sino Alberto Núñez Feijóo, quien faltando a la verdad dice que no hay ningún pacto, que
es una invención del vicepresidente”.
Munilla no se retrae al señalar esa falsedad: “¡A ver! ¡Que estaba
presente en la rueda de prensa [en la que se anunció la medida] el portavoz del
gobierno! ¡No me diga usted que no sabía nada! ¡Estaba usted en la rueda de prensa!”, en alusión a que,
junto a García-Gallardo, se encontraba el portavoz del ejecutivo regional, el
popular Carlos Fernández
Carriedo, que no es precisamente un novato en la política de Castilla y
León: en lo que va de siglo XXI, ha sido trece años consejero de la Junta en
tres consejerías (entre ellas Sanidad, y ahora Economía) y nueve años portavoz
parlamentario del PP en las Cortes castellano-leonesas
“Los partidos conservadores piensan que donde se juegan el
gobierno es en una buena gestión económica o en la cuestión de la unidad de la
nación, y que la cultura o la educación son secundarios y se lo ceden a la izquierda”,
añadió el obispo al analizar los porqués de esta situación: “El rumbo cultural
de Occidente esté marcado por la izquierda desde hace muchas décadas”, analizó
el obispo al analizar los porqués de esta situación, “y la derecha va por detrás, con el
freno de mano puesto, pero en la misma dirección, con lo que el freno de
mano cada vez tiene menos fuerza. Al final, un secularizado de derechas termina
pensando lo mismo que un secularizado de izquierdas, porque asumir la
secularización, la pérdida de las raíces cristianas, le ha llevado a asumir
todas sus tesis. En este caso, a asumir que el aborto es un derecho”.
Lo inaudito
Ahora bien, el problema no es solo político. También mediático, en
el caso de medios supuestamente afines a la causa provida. Con sorpresas:
“Hemos sido testigos de cómo estos medios (vamos a ser claros: incluida la radio de la Conferencia
Episcopal Española, la COPE), en sus tertulias, han tenido la misma
reacción que el PP”, de pensar que “esto es un bote de humo” para distraernos
de los supuestamente importante: las causas del día a día político.
“¿No será más bien al revés?”, plantea. ¿No será que ese día a día
político “es un bote de
humo para distraernos de lo esencial, como es el derecho a la vida de los inocentes?”
Munilla considera “inaudito” que el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, en un “gesto valiente donde los haya”,
reprochase en directo en la propia COPE, a donde había acudido para presentar
el reciente documento
de los obispos españoles sobre la situación social, que en las
tertulias de la emisora episcopal se hablase “de los derechos de la mujer, incluido el del aborto, como una
cuestión consolidada, dando por supuesto que el aborto es un derecho”, algo
que “no podemos aceptar”.
De poco sirve que la línea editorial de la cadena de los obispos
se conforme a la doctrina social de la Iglesia, “si en sus tertulias los
comunicadores distan mucho de tener esa plena conciencia y de asumir con
coherencia esos principios, porque quien verdaderamente influye y comunica no es la línea
editorial, sino la que se hace en las horas punta de la comunicación”.
“Hemos asumido los
puntos de partida del Maligno, el derecho a matar una vida humana
inocente”, lamentó Munilla: “¿A dónde hemos llegado?”
Los jueces y el paquete de
tabaco
Por último, tras la traición del PP y la sorprendente actitud de
la cadena COPE, el obispo de Orihuela-Alicante citó el caso del Tribunal Constitucional, que
ha mantenido retenida durante ¡doce años! de mayoría conservadora la sentencia sobre el recurso
contra la ley del aborto de 2010, la “ley [Bibiana] Aido” que consagra el derecho a abortar sin
causa alguna hasta las 14
semanas de embarazo, es decir, cuando hace ya más de un mes que el
latido del niño es perfectamente audible.
Ahora, sin embargo, apenas una semana después de conseguirse una
mayoría proabortista en el Tribunal Constitucional, ya se ha anunciado que el recurso se abordará de manera
inmediata, el próximo 7 de febrero.
El recurso “tiene toda la racionalidad”, dice Munilla, dado que el Tribunal
Constitucional, en su sentencia de 1985 sobre la primera ley del aborto
española, dictaminó que el nasciturus tiene derecho a
la vida y por tanto es un bien
jurídico protegible, algo incompatible con una ley de plazos como la
vigente, que hasta la semana 14 deja la vida del niño a merced de lo que decida
su madre.
El prelado da por hecho que con esta nueva composición el Tribunal
Constitucional fallará a favor de la ley Aido (“ya sabemos en qué sentido lo
van a hacer”), pero su principal reproche va para los magistrados provida, que “se callaron sin resolver durante
doce años”, razón por la cual Abogados Cristianos presentó una querella por
prevaricación por retardo
malicioso en la administración de justicia. Y lo hicieron “porque no
están dispuestos a aguantar
la presión” de pronunciarse contra el aborto.
Por último, Munilla denunció “la hipocresía de la doble moral” de
nuestra sociedad, que ve bien que en un paquete de tabaco sea obligatorio
incluir “imágenes espeluznantes”
sobre los males del tabaco, pero por ofrecer -no obligar- a ver una ecografía o
a escuchar un latido monta “una escandalera”. Y es porque, cuando algo es
políticamente incorrecto, “hay un eclipse de la razón y el sentido común se pone en off”.
Piedra angular del
relativismo
La razón de todo esto, de que el asunto del aborto sea “tan
emblemático”, es que “en el fondo, es la piedra angular del relativismo: como decía Santa Teresa de Calcuta, si
puedo matar al hijo que llevo en mis entrañas, entonces cualquier cosa es
posible”.
El obispo concluyó invitando a no arredrarse ante lo que es, no
“una cultura de la libertad, sino una cultura de la muerte”: “Tengamos valor. Cristo ha vencido a la muerte.
Seamos apóstoles de la vida”.
Carmelo López-Arias
Fuente: ReL






