La Iglesia Católica, con el fin de ayudar a los fieles a perseverar en su vida cristiana, ha asignado tradicionalmente a cada día de la semana un propósito de devoción especial
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| Imagen referencial. Crédito: David Ramos / ACI Prensa. |
La Enciclopedia
Católica (EC) de ACI Prensa explica que
“en todos los tiempos” el domingo estuvo dedicado al Señor.
El día lunes, a inicios de la
Edad Media, “estaba consagrado al culto especial del Hijo de Dios”, pero
posteriormente se dedicó al Espíritu Santo “para
implorar su asistencia al principiar las tareas de la semana”.
Actualmente, en “una devoción
libre y voluntaria que la Iglesia aprueba sin prescribirla”, el lunes está
destinado a la oración por las almas del Purgatorio.
El martes, señala la EC, “está
generalmente consagrado al culto de los Santos Ángeles y en
especial al Ángel
custodio”.
El día miércoles, continúa, “es
el día elegido por la devoción para honrar a San José, y alcanzar la
gracia de una buena
muerte”.
Los jueves, por su parte, son
eucarísticos, recordando que “el Hijo de Dios instituyó en un jueves el
sacramento de la Eucaristía,
en el cual lega al género humano para siempre su carne y su sangre para que la
comamos y la bebamos”.
Cada viernes, indica la
Enciclopedia Católica, “está consagrado a la Pasión”,
y recuerda que estos días la Iglesia alienta a vivir la abstinencia.
En efecto, de acuerdo al canon
1251 del Código de Derecho Canónico “todos los viernes, a no ser que coincidan
con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento
que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán
el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo”.
La EC añade que “los fieles
tienen costumbre de añadir a las tres de la tarde de este día, a la abstinencia,
la recitación de cinco Padrenuestros y cinco Ave Marías, en honor de las cinco
llagas de Nuestro Señor”.
El sábado, destaca, “fue durante
muchos siglos tanta fiesta como los domingos, y esto por varias razones”.
“En primer lugar, para honrar el
descanso del Señor después de la creación, y recordar al hombre que también él,
imagen de Dios, creaba en cierto modo durante esta vida, y que entraría un día
en el sábado, o el descanso eterno, figurado por el séptimo día”.
“En segundo lugar, se recuerda que
el Salvador había escogido con frecuencia el día del sábado para hacer
curaciones y milagros, y para ir a predicar en las sinagogas”, indica.
En declaraciones a ACI Prensa, el
director de la Enciclopedia Católica, José Gálvez Krüger, advirtió que en la historia,
“desde la Revolución
Francesa, hay un proceso programático de descristianizar la sociedad”.
“Porque la Revolución Francesa,
aunque esté disfrazada con los harapos del progreso y los derechos humanos, no
es más que un movimiento anticristiano y homicida”, apuntó.
“Todas las revoluciones del mundo
han seguido el esquema”, añadió.
En este programa se plantea que
“lo primero que hay que hacer es quitar a Dios de la cotidianeidad, del día a
día del hombre sencillo, del hombre común”.
Para Gálvez Krüger, esto se hace
patente en cómo en muchos lados se descarta “el santoral, la dedicación de cada
día a un modelo de virtud y santidad, la santificación de las fiestas, el
lenguaje arquitectónico de los templos”.
Además, se muestra “en la
prohibición de la exteriorización de la fe y de su profesión pública, es decir
procesiones, celebración pública de los sagrados misterios, fiestas religiosas
y símbolos religiosos, entre ellos el crucifijo y la imagen de la Madre de
Dios, la Virgen Gloriosa y Bendita”.
Mientras que en la Revolución
Francesa, en el esfuerzo por retirar la dedicación cristiana de los días,
llegaron a llamar a los meses como “vendimiario”, “brumario” y “frimario”.
Actualmente, criticó, “hemos llegado al absurdo de ver que las cámaras
legislativas a nivel internacional pierden su tiempo en declarar legalmente
días materialistas”.
Para el director de la EC, “lo que urge es recristianizar la sociedad
comenzando desde el hogar, desde la propia modestia en el vestir hasta el
menaje doméstico (tener una pila del agua bendita, una imagen de la Virgen)”.
También alentó a tener especial atención al santoral católico, pues “cada
día está consagrado a la memoria de un modelo de virtud y de santidad, que la
Iglesia propone para la edificación de sus miembros”.
Por David Ramos
Fuente: ACI Prensa






