La Iglesia Católica, con el fin de ayudar a los fieles a perseverar en su vida cristiana, ha asignado tradicionalmente a cada día de la semana un propósito de devoción especial
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| Imagen referencial. Crédito: David Ramos / ACI Prensa. |
La Enciclopedia
Católica (EC) de ACI Prensa explica que
“en todos los tiempos” el domingo estuvo dedicado al Señor.
El día lunes, a inicios de la
Edad Media, “estaba consagrado al culto especial del Hijo de Dios”, pero
posteriormente se dedicó al Espíritu Santo “para
implorar su asistencia al principiar las tareas de la semana”.
Actualmente, en “una devoción
libre y voluntaria que la Iglesia aprueba sin prescribirla”, el lunes está
destinado a la oración por las almas del Purgatorio.
El martes, señala la EC, “está
generalmente consagrado al culto de los Santos Ángeles y en
especial al Ángel
custodio”.










