El P. José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, reflexiona sobre si Dios nos envía terremotos como el de Turquía y Siria, que ha dejado más de 22 mil muertos y decenas de miles de heridos
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Aciprensa |
“El ser humano tiene la
capacidad, la inteligencia, la sabiduría, la memoria para entender las leyes
que rigen a esta naturaleza, al universo, y también las limitaciones que él
tiene”, señaló el sacerdote mexicano en entrevista con EWTN Noticias.
“Pongo un ejemplo: una persona
podría persignarse y decir ‘me voy a meter al mar, al cabo que Dios me protege’.
No. Dios hizo que entiendas que este mar tiene profundidad, oleaje y que tu
peso, si no sabes nadar, hace que te hundas”, continuó.
En ese sentido, prosiguió el
sacerdote, “las leyes de la naturaleza y tu inteligencia pueden hacer que
tengan una buena relación. Si tú no tomas en cuenta esto, entonces podrás crear
problemas o podrás no evitar algunas tragedias”.
“La Iglesia y la historia nos
recuerdan que en Turquía ha habido terremotos sumamente grandes. ¿Qué es lo que
tiene que hacer el ser humano? Tomar de esta experiencia y pensar que, si estoy
en una zona sísmica, construyo de tal manera que no me afecte un terremoto, o
bien construyo en zonas que no son sísmicas”, continuó.
Lamentablemente “la gente se
confió. Pudo haber menos tragedia en un sismo de este tipo, pero
lamentablemente a veces la negligencia, el descuido, la falta de leyes
adecuadas propician este tipo de tragedias”.
El P. Aguilar indicó asimismo que
“la naturaleza es maravillosa. El problema es cuando entra el ser humano y no
toma en cuenta sus leyes”. Ahí “vienen las tragedias”.
“Entonces no es el universo, no
es la naturaleza una maldición humana o el deseo de Dios para que el ser humano
sufra. No. Son la oportunidad para que el ser humano tome conciencia y responsabilidad
sobre sus acciones, como de hecho ha sucedido en muchos países”.
¿Qué puede aprender el ser humano
en las tragedias?
Tras recordar que en México se
han evitado tragedias gracias a la memoria de terremotos anteriores, protocolos
de alarmas y leyes, el sacerdote hizo notar que incluso en medio de las
calamidades el ser humano puede aprender dos cosas.
“La primera, es tratar de evitar
lo que ha vivido. La segunda, es que en los momentos de adversidad, el ser
humano tiene que unirse en caridad, en solidaridad con los hermanos, para que
se cumpla lo que dice el Evangelio respecto al ciego de nacimiento”.
En ese sentido, el sacerdote
mexicano explicó que “cuando le preguntan a Jesús ¿por qué nació este ciego?,
Jesús responde que para que en esta limitación se vea la gloria de Dios”.
“En estos días se está viendo la
gloria de Dios en personas y personas y personas que nos unimos en oración y
solidaridad material por nuestros hermanos afectados en Turquía y también en
Siria, por supuesto”, destacó.
Entonces el pedido de Dios es:
“No te creas dueño de la naturaleza, sino administrador y señor de la creación.
Para serlo tienes que entenderla, respetarla y cuidarla”.
“Todos los seres humanos somos
limitados y vamos a tener que sufrir por distintas cuestiones, como los
elementos de la naturaleza, pero si a Dios lo invitamos a nuestra vida, vamos a
actuar de la mejor manera”, afirmó el P. Aguilar.
“El sufrimiento humano puede ser
menos fuerte o más ligero por la compañía, el abrazo y la solidaridad del prójimo”,
concluyó.
Por Walter Sánchez Silva
Fuente: ACI Prensa