En una audiencia con los obispos europeos, el Papa Francisco les animó a trabajar por la paz y a buscar la “unidad en la diversidad”
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El Papa Francisco en audiencia con obispos de Europa. Crédito: Vatican Media |
El Papa Francisco recibió este jueves 23 de marzo en audiencia
en el Vaticano a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Comisión de las
Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), que
se celebra en Roma del 22 al 24 de marzo.
Tras darles la bienvenida, el Santo
Padre felicitó al nuevo Presidente de la COMECE, Mons. Mariano Crociata,
elegido como sucesor del Cardenal Jean-Claude Hollerich en la tarde del
miércoles 22 de marzo.
Al comienzo de su discurso, el
Papa destacó los “dos sueños” de los padres de Europa; el de la unidad y el de
la paz.
La unidad
Respecto a la primera, señaló que debe
ser una unidad “que respete y valore las singularidades, las peculiaridades de
los pueblos y las culturas que la componen”.
Para el
Pontífice, “la riqueza de Europa reside en la convergencia de diferentes
fuentes de pensamiento y experiencia
histórica”.
Asimismo, explicó que el reto de
Europa es encontrar “unidad en la diversidad”, y afirmó que la tarea de la
Iglesia en este sentido es “formar personas que, leyendo los signos de los
tiempos, sepan interpretar el proyecto de Europa en la historia de hoy”.
La paz
El Papa Francisco centró también su mirada en los conflcitos armados que asolan
diversos países y lamentó que “la guerra en Ucrania ha sacudido la paz
europea”.
Subrayó, además, la solidaridad de los
pueblos europeos con Ucrania y pidió “un compromiso cohesionado en favor de la
paz”.
En este sentido, advirtió que es un
“reto muy complejo” y animó a mantener “un principio que debe ser compartido
por todos con claridad y determinación: la guerra no puede ni debe seguir
siendo considerada como una solución a los conflictos”.
“Si los países de la Europa actual no
comparten este principio ético-político, significa que se han alejado del sueño
original”, destacó el Papa.
Además, aseguró que “si lo comparten,
deben comprometerse a ponerlo en práctica, con todo el esfuerzo y la
complejidad que la situación histórica requiere”.
Por último, señaló que la COMECE
también “puede y debe aportar su contribución en términos de valores y
profesionalidad a este desafío de la paz”.
Se refirió a esta Comisión como un
“puente” entre las Iglesias de Europa y las instituciones de la Unión: “Sois
por misión constructores de relaciones, de encuentro, de diálogo”, añadió.
Para lograrlo, el Pontífice destacó la importancia de la creatividad y
previsión, ya que, según precisó, “en esta obra se necesitan tanto arquitectos
como artesanos”.
Por Almudena
Martínez-Bordiú