Hecha pública la intención de oración del Papa para toda la Iglesia: "Pedir perdón no basta, hacen falta respuestas, acciones y espacios seguros"
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Dominio público |
Se ha publicado el Video del Papa de
marzo con la intención de oración que el Santo Padre confía a toda la Iglesia
Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa.
El mensaje de este mes está
dirigido a todas las personas que han sido víctimas de abusos, «especialmente
los cometidos por miembros de la Iglesia», «para que encuentren en la misma
Iglesia una respuesta concreta a su dolor y a su sufrimiento».
Para el Papa
Francisco, son las víctimas quienes deben estar «en el centro» de todo;
son las que necesitan «respuestas, acciones concretas para reparar los horrores
que han sufrido y prevenir que no se repitan». «Pedir perdón es necesario»,
comienza diciendo al inicio del video, «pero no basta».
Escuchar, acompañar, proteger, reparar
En el camino que propone el Santo
Padre para dar respuesta a los abusos cometidos, se ha de comenzar por
«sacarlos a la luz en la sociedad y en las familias». Se trata de una tragedia
que no se puede esconder, ni en la Iglesia, ni «en las familias, en los clubs,
en otro tipo de instituciones».
Resulta fundamental, sigue
explicando Francisco, que la Iglesia ofrezca «espacios seguros para escuchar a
las víctimas, acompañarlas psicológicamente y protegerlas».
Flores, luz, reanudación de la
vida
La preocupación de Francisco por
las víctimas y su llamamiento a sacar a la luz los abusos van acompañados, este
mes, de un vídeo de animación que la Red Mundial de Oración del Papa ha
realizado junto al artista italiano Hermes Mangialardo.
Se trata de una historia con un
fuerte contenido simbólico, que juega con la comparación entre la luz y la
oscuridad, que habla de la singularidad de cada vida y del profundo sufrimiento
causado por la violencia padecida.
En las paredes de una casa
oscura, en la que unas cortinas oscuras impiden la entrada del sol, cuelgan
cuadros – símbolo de la obra de arte que representa cada vida –. Éstos
representan flores, que precisamente por la falta de luz se marchitan. Son
cuadros de diversos tipos y colores – algunos acabados al detalle, otros apenas
esbozados con trazo infantil – colocados en las distintas estancias de la casa:
el dormitorio de los niños, el rincón de deportes, el salón.
Todas las habitaciones, tan
diferentes entre sí, tienen en común la oscuridad que las domina, hasta que las
cortinas del salón se rasgan y permiten por fin que entre la luz. Los rayos de
sol no sólo iluminan la casa, sino que también permiten que esas flores heridas
– a las que ni siquiera el marco y el cristal han conseguido proteger de la
violencia que ha penetrado profundamente en sus corazones- vuelvan a la vida y
comiencen lentamente a levantarse de nuevo, llevándose consigo sus heridas.
Fuente: Aleteia