En una entrevista concedida al diario argentino La Nación, el Papa afirma que la Iglesia sigue el camino trazado por el Concilio Vaticano II para ser cada vez más una casa para todos.
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Un momento de la entrevista del Papa con Elisabetta Piqué, periodista del diario argentino La Nación |
Sobre el Sínodo, subraya que
todos los participantes tienen derecho a voto, sean hombres o mujeres. Sobre la
guerra en Ucrania, explica el servicio de paz que la Santa Sede está llevando a
cabo
Hay algo que ha hecho
especialmente feliz al Papa en los últimos años: "Todo aquello que fuera
la línea pastoral del perdón y de la comprensión de la gente. Dar lugar en la
Iglesia a todos". Es lo que le dice Francisco a Elisabetta Piqué,
periodista del diario argentino La Nación, en su nueva entrevista en Casa Santa
Marta con motivo del décimo aniversario de su elección, el 13 de marzo.
Una Iglesia de puertas abiertas
Su sueño es abrir puertas:
"Abrir puertas, eso me sale mucho. Abrir puertas y caminar caminos”. Y la
Iglesia que imagina para los próximos años es una Iglesia "más pastoral,
más justa, más abierta", en la línea trazada por el Concilio Vaticano II:
"Hay que ir por este camino. Ahora, ya la concreción de eso, es
difícil".
La entrevistadora subraya el
hecho de que Francisco recuperó a muchas "ovejas perdidas" y que esta
actitud ha puesto en crisis a algunos católicos, como le ocurrió al hermano
mayor en la parábola del hijo pródigo: "Eso sucede siempre -dice el Papa-
Una palabra clave de Jesús es “todos”. Para mí esta es la clave de la apertura
pastoral. Todos adentro de casa. Es un lío, pero todos adentro de casa".
Por supuesto, subrayó, “oposición
siembre va a haber” frente al cambio, incluso " Jesús tuvo bastante
oposición", pero es necesario actuar en la "libertad del Espíritu
Santo" y buscando la voluntad de Dios. Francisco habla de la formación de
los futuros sacerdotes e indica que “hace falta una revisión de los
seminarios”.
Las reformas
En cuanto a las reformas, señala
que "se reordenaron los dicasterios y el mismo colegio cardenalicio ya es
más libre". En el plano económico, rinde homenaje al cardenal Pell, que le
ayudó a poner en marcha la reforma económica: "Le estoy muy
agradecido". Ahora -dice- “en esto me ayuda mucho el secretariado de la
economía. Primero estuvo el padre Guerrero, quien en tres años y medio
sistematizó las cosas y ahora hay un laico, Maximino Caballero”.
Sobre la conversión del papado
mencionada en su documento programático, Evangelii Gaudium, recuerda lo hecho
por Pablo VI, "un grande, un santo", por Juan Pablo II, "el gran
evangelizador", por Juan Pablo I, "el pastor cercano que quiso poner
fin ciertas cosas que no andaban bien", y por Benedicto, "un hombre
valiente" que se distinguió por la amplitud en su magisterio: "Fue el
primer papa que encaró oficialmente el tema de los abusos. Un gran teólogo pero
que bajaba línea. Lo extraño a Benedicto porque fue una compañía”.
El derecho de voto en el Sínodo
Sobre la sinodalidad, subraya que
es un proceso en marcha: “Hace unos diez años se hizo una reflexión seria y se
hizo un documento, lo firmé yo, con los teólogos, conmigo, fue una cosa de
comunidad. Eso marcó ‘hasta aquí llegamos, ahora falta algo más’. Y no
explicitamos lo que faltaba, pero solito se fue marcando, que fue explicitar la
sinodalidad. Por ejemplo, ya era una cosa aceptada por todos que las mujeres no
podían votar. Entonces en el sínodo para la Amazonia se preguntó, ¿por qué no
pueden votar las mujeres? ¿Son cristianas de segunda?”
La periodista pregunta si ahora
votará solo una mujer o todas, y el Papa responde: "Todo el que sea
participante del sínodo va a votar. El que sea invitado u observador no va a
votar. El que participe de un sínodo tiene derecho al voto. Sea varón o sea
mujer. Todos, todos. Esa palabra todos para mí es clave".
El peligro de la ideología de
género
A continuación, Francisco afirma
que no está escribiendo una nueva encíclica y responde negativamente a la
pregunta de si le han pedido que escriba un documento sobre el tema del género. A este respecto, reitera: "Yo
siempre distingo lo que es la pastoral con las personas que tienen orientación
sexual diversa de lo que es la ideología de género. Son dos cosas distintas. La
ideología de género, en este momento, es de las colonizaciones ideológicas más
peligrosas. Va más allá de lo sexual. ¿Por qué es peligrosa? Porque diluye las
diferencias, y lo rico de los hombres y de las mujeres y de toda la humanidad
es la tensión de las diferencias. Es crecer a través de la tensión de las
diferencias. La cuestión del género va diluyendo las diferencias y haciendo un
mundo igual, todo romo, todo igual. Y eso va contra la vocación humana”.
Ucrania y la acción de paz del
Vaticano
A continuación, la entrevistadora
introduce el tema de Ucrania, preguntando al Papa si las masacres que
se están llevando a cabo en este país pueden definirse como genocidio: "Es
una palabra técnica genocidio ciertamente”, responde Francisco. “Pero
evidentemente que cuando se bombardean escuelas, que cuando se bombardean
hospitales, que cuando se bombardean refugios, la impresión es no tanto ocupar
un lugar, sino destruir, da la impresión”. “No sé si eso es genocidio o no, lo
tienen que estudiar, lo tiene que definir bien la gente, pero ciertamente no es
una ética de la guerra a la cual estamos acostumbrados”.
El Papa añade que el Vaticano
está actuando en este momento a través de canales diplomáticos, "a ver si
se puede llegar lograr algo", pero precisa que no hay “un plan de
paz" del Vaticano, hay "un servicio de paz" que va adelante
discretamente, con quienes están abiertos al diálogo, también en vista de una
reunión de representantes mundiales sobre este tema: "El Vaticano
trabaja".
A continuación, el Papa reitera:
"Yo estoy dispuesto a ir a Kiev. Quiero ir a Kiev. Pero con la condición
de ir a Moscú. Voy a los dos lugares o a ninguno". A la pregunta de si ir
a Moscú es imposible, responde: "No es imposible... No digo que es
posible. No es imposible. Esperamos poder hacerlo, eh. Ojo, no hay ninguna
promesa, nada. Yo no cerré esa puerta". Pero, ¿la cierra Putin o no?
pregunta la entrevistadora. Y el Papa: “Pero por ahí se distrae y la abre, no
sé”. “Me duele la guerra, eso sí lo quiero decir. Me duele la guerra”.
El viaje a Argentina
Luego está el tema de un
posible viaje a Argentina. El Papa reitera que quiere ir a
Argentina y que si no lo ha hecho hasta ahora es por una serie de razones que
se han ido sumando con el tiempo: “O sea, no hay una negativa a ir, estuvo
planeado. Después lo que sucedió es que las cosas se complicaron de otra
manera, hubo dos años de pandemia que tiró adelante viajes que se tenían que
hacer necesariamente, incluso a lugares que uno dice ‘para qué fue ahí’, pero
había que ir. Así que la Argentina sigue esperando. Yo quiero ir, espero ir.
Ojalá pueda”.
Saber esperar
Y añade: “La salvación del país no va a venir de mi viaje. Con gusto voy a ir, pero pensá un poquito en las cosas que tenés que hacer para que el país vaya adelante". Por último, respondiendo a una pregunta sobre los errores cometidos durante estos diez años de pontificado, el Papa señala la causa de cada error, la impaciencia: “A veces me sube el tuco a la cabeza. Entonces uno pierde la paciencia, y cuando se pierde la paz ahí patina y comete errores. Hay que saber esperar, los procesos hay que saber esperarlos”.