El historiador Marcelo Gullo desmonta la Leyenda Negra contra España en América, un país que lejos de expoliar y masacrar a los habitantes nativos percibió su papel en el continente como una “misión evangelizadora”
![]() |
Dominio público |
La Leyenda negra que
ataca a España ha logrado tal éxito que ha llegado a ser asumida incluso por
los propios españoles. En este imaginario colectivo los conquistadores aparecen
como seres salvajes, asesinos, violadores y genocidas. Durante siglos, y
todavía hoy, el legado español pasa para millones de personas por haber quemado
en la parrilla a los indios y destripado a las mujeres embarazadas. Sin
embargo, el historiador Marcelo Gullo, autor de Nada por lo que
pedir perdón (Espasa, 2022), explica a Misión que esta leyenda
no es más que “la falsa historia de la liberación de América contada e ideada
por los enemigos de España”.
Sí, liberación, no conquista u
ocupación. Además, una liberación doble: política y religiosa. “Allí había
imperialismos que cobraban el tributo en sangre que sacrificaban y se comían a
los hijos de los pueblos oprimidos. Los 200 hombres de Hernán Cortés no
podían vencer a un ejército de 200.000, iban acompañados de todos aquellos que
padecían ese imperialismo. Pero además hubo una liberación espiritual de una
religión basada en el terror y en la muerte. Se convirtieron porque se les
ofreció justicia, una religión basada en el amor”, aclara el historiador.
Propaganda de guerra
Sin embargo, lo que ha
trascendido es todo lo contrario gracias a la “más ingeniosa obra del marketing
político”, como define Gullo la Leyenda Negra, ideada por potencias
protestantes, especialmente Inglaterra. Describe que el imperialismo anglosajón
no lograba derrotar a España en el campo militar, pero “vio que podría
generarle un daño gigantesco en el campo de la propaganda”. Ahí surgió el
germen de esta Leyenda Negra. “Mientras España estuviera fuerte y viva
existiría la catolicidad, que representaba la posibilidad de realizar una
globalización basada en la búsqueda de la justicia, la verdad y la belleza,
pilares de la cultura católica. Y sus enemigos, aunque formalmente cristianos,
estaban ya en un modelo utilitarista y opresor de los pueblos”.
España –se lamenta este
historiador– no entendió que era propaganda de guerra y no se defendió.
“Mientras Inglaterra u Holanda imprimían panfletos fácilmente leíbles, España
respondía redactando 12 tomos que nadie leía”, explica. Las consecuencias de
esta batalla perdida por los españoles siguen coleando hoy día.
El artífice de esta leyenda
Pero para que esta Leyenda Negra
triunfara a gran escala, estos países protestantes contaron con la inestimable
ayuda de un clérigo español, Bartolomé de las Casas, cuya obra
Brevísima relación de la destrucción de las Indias fue aprovechada para atacar
de manera inmisericorde al Imperio. “Con las gentes de Indias, España no hizo
más que despedazarlas, matarlas, angustiarlas, afligirlas, atormentarlas y
destruirlas por las extrañas y nuevas y varias, nunca otras tales vistas ni
leídas ni oídas, maneras de crueldad”, escribió el dominico. Y los enemigos de
España no desaprovecharon esta munición.
«En América no hubo conquista: fue una doble liberación, una política y otra religiosa»
Una misión evangelizadora
A pesar de la notoria defensa que
hicieron de los indios, tanto Isabel la Católica como su nieto Carlos
V y su bisnieto Felipe ii son víctimas destacadas de esta Leyenda Negra. Para
ellos, “la fe estaba antes que la política, y el Imperio, al servicio de la
evangelización, porque respondía a lo más profundo de ser español, y su
obligación era la misión: predicar el Evangelio. En España la catolicidad
estaba unida al patriotismo. Son las tres figuras más atacadas de la historia
de España, cuando son sus tres gobernantes más importantes”, advierte el
profesor.
¿Qué habría ocurrido si en España
hubiera triunfado la Reforma? Gullo lo tiene claro: “No habría Leyenda Negra,
como no la hay de Inglaterra o de Holanda, porque esta es un tiro por elevación
al catolicismo”. Cree que los indios que hubieran llegado a nacer estarían hoy
en reservas como los navajos o los apaches. Y cita la política de los
protestantes en América: “El indio bueno es el indio muerto”. En su opinión,
España habría aplicado esta misma política, pero el catolicismo resistió y hoy
sufre una doble vara de medir. “Se juzga la conquista española porque llevó la
fe verdadera a un continente”, concluye.
Qué es la Hispanidad
La Hispanidad es el
gran legado de la misión evangelizadora de España en América. Marcelo Gullo
insiste en que para entender este concepto hay que remontarse al mismo origen
de España, un país que “nace de un acto de voluntad de un pequeño grupo de
hombres que en Covadonga se jugó la vida para lograr ser libres del
imperialismo mahometano”. A partir de ahí, España vivió siglos “en peligro de
muerte” frente al islam y después frente a las potencias protestantes. “Esta
España siempre ‘en peligro de muerte’ es de la que nacerá la Hispanidad, que no
es otra cosa que la catolicidad hecha pueblo y que lleva el Evangelio en
español. Al contrario de sus enemigos protestantes, en España el principal
deber era la evangelización, y es lo que hace al llegar a América. En ese
encuentro nace la Hispanidad”, incide el historiador. Una Hispanidad que va a
ser una fusión libre y voluntaria. “Tras la liberación de los pueblos indígenas
de la opresión y su conversión masiva tras la aparición de la Virgen de
Guadalupe nacerá –asegura Gullo– el Extremo Occidente, la cristiandad indiana,
y que unida a la cristiandad hispánica conformará la Hispanidad, cuyo principal
enemigo será el imperialismo protestante”.
Por Javier Lozano
Fuente: Revista Misión