El Papa Francisco afirmó este sábado 18 que “la guerra es el fracaso de la política” porque “se alimenta del veneno que considera al otro como enemigo”
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Papa Francisco. Crédito: Vatican Media |
El Santo Padre dijo estas palabras durante el encuentro que
sostuvo en el Palacio Apostólico con los jóvenes del Proyecto
Policoro, promovido por la Conferencia Episcopal Italiana y cuyo
fin es responder al problema del desempleo juvenil en el país.
En su discurso, el
Pontífice destacó que este año los miembros del proyecto tengan como tema la
paz, el cual “no puede faltar en la formación sociopolítica, y lamentablemente
es también urgente a causa de la situación actual”.
En ese sentido, rechazó la
guerra como un medio para resolver los conflictos y más bien alentó a los
jóvenes a educarse para la paz. “Esto es responsabilidad de todos. Hagan la
guerra, pero otra guerra, una guerra interior, una guerra en ustedes mismos
para trabajar por la paz”
Para ello, les recomendó la obra de
San Ambrosio La viña de Nabot, en la que el Arzobispo de Milán reflexiona sobre
la expropiación de la que fue víctima Nabot por parte del rey Acab, por el solo
deseo de extender su jardín.
“Esta pequeña pero preciosa obra de
San Ambrosio será útil para su formación. La política que ejercita el poder
como dominación y no como servicio no es capaz de cuidar, pisotea a los pobres,
explota la tierra y afronta los conflictos con la guerra, no sabe dialogar”,
señaló el Papa Francisco.
El Pontífice
indicó que un caso contrario es la figura de José, hijo de Jabob, quien por
envidia fue vendido como esclavo por sus propios hermanos y enviado a Egipto.
“Luego de algunas peripecias es liberado y entra al servicio del Faraón”, quien
le da determinadas potestades, recordó Francisco.
Sin embargo, destacó, “José no se
comporta como patrón, sino como padre: cuida del país y cuando llega la
carestía organiza las reservas de grano para el bien común, tanto que el Faraón
dice al pueblo: ‘Hagan lo que (José) les dirá’”.
“José, que ha sufrido la injusticia
personalmente, no busca el propio interés, sino el del pueblo” y se hace
artesano de la paz, afirmó el Pontífice.
El Papa Francisco señaló a los jóvenes del Proyecto Policoro que ambos ejemplos
bíblicos, uno negativo y el otro positivo, “nos ayudan a comprender cual
espiritualidad puede alimentar la política”.
En ese sentido, indicó que todo buen
político debería cuestionarse cuánto amor puso en su trabajo, cuánta paz social
ha sembrado, cómo ha hecho avanzar al pueblo, entre otras preguntas.
Finalmente, el Santo Padre los exhortó
a que “su preocupación no sea el apoyo electoral o el éxito personal”, sino el
generar emprendimiento, hacer florecer los sueños y que las personas sientan la
belleza de pertenecer a una comunidad. “La participación es el bálsamo de las
heridas de la democracia”, afirmó.
Por Eduardo Berdejo
Fuente: ACI Prensa