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Julián, ayudado de miembros de la Legión y de su padre al comienzo de la procesión. Fundación López Mariscal. |
Estas
últimas jornadas de Semana Santa, en las que las procesiones y el
fervor religioso han inundado las calles de muchas localidades, han dejado
imágenes e historias para recordar.
Como la protagonizada por Julián, un niño de 6 años gravemente
enfermo, un empresario andaluz, José Luis López, más conocido
en Ubrique como «El Turronero», y la Legión, un cuerpo del Ejército Español que
suele desfilar en diferentes procesiones de Semana Santa.
Cristo de la Buena Muerte de Málaga
De hecho, este año la Legión ha participado en más de 40
procesiones en 12 provincias españolas diferentes. Pero quizá la imagen más
conocida es la de su desembarco en el puerto de Málaga y
sus cantos al Cristo de la Buena Muerte, o Cristo de Mena,
el Jueves Santo.
La salida de la Parroquia de Santo Domingo de la imagen del Santísimo
Cristo de la Buena Muerte y Ánimas en brazos de los legionarios
y su traslado y entronización para procesionar por las calles de Málaga, es uno
de los actos de la Semana Santa más emocionantes que se vive cada año.
Soñaba con ver desfilar a la Legión
Tanta es su fama que Julián Costa, el niño protagonista de esta
historia, soñaba con ver desfilar a la Legión en Semana Santa. Sobre todo,
después de que el pasado mes de agosto le diagnosticaron un cáncer.
Julián vive en Murcia y su padre, que dejó su trabajo de albañil
para poder cuidarlo durante su enfermedad, le enseñaba videos e imágenes de las
procesiones de Semana Santa de diferentes lugares. Así que el niño le manifestó
su deseo de ver desfilar a los legionarios.
Muchas muestras de cariño
Desde hace unos meses los padres de Julián iniciaron una campaña en
redes sociales para visibilizar la enfermedad de su hijo, un
cáncer denominado astrocitoma de grado alto.
La finalidad es concienciar a la población de que se necesita
mucha más inversión para la investigación y el otro propósito es hacer feliz a
su hijo y que mantenga su ilusión de niño.
Así que varias personas, como el futbolista Cristiano Ronaldo o el
tenista Carlos Alcaraz, y algunas instituciones nacionales o extranjeras, le
han enviado muestras de cariño y mensajes que alientan la esperanza del pequeño
Julián y sus familiares.
Incluso el rey Felipe VI le envió una carta de ánimo y el Ejército
del Aire le concedió un diploma a su valentía.
Gracias a una Fundación
Pero esta Semana Santa Julián, quería cumplir su sueño de pasar un
día con la Legión y verlos desfilar. Así que Miguel, su padre, envió un correo
a la Fundación López Mariscal y
se puso en contacto con su presidente, José Luis López, apodado en Ubrique
como «El Turronero».
Este empresario no dudó en poner todos los medios y facilidades
para que el Domingo de Ramos Julián, con toda su familia, pudiera trasladarse
con un vehículo sanitario adecuado a la localidad gaditana de Ubrique, donde
iba a desfilar la Legión por primera vez en su historia.
Procesión de «La Borriquita»
Unos 150 integrantes del Tercio Duque de Alba de la Legión, con
base en Ceuta, con sus cornetas y tambores desfilaron por la localidad y se
volcaron con toda la población, que les acogió con entusiasmo.
Pero fue Julián el que más disfrutó del acto y recibió el cariño y
atenciones de todos.
Después
del desfile, los militares, con su agrupación musical, procesionaron junto a
Nuestro Padre Jesús de la Paz en su entrada triunfal en Jerusalén. La procesión
fue organizada por la Hermandad de Nuestra Señora de los Remedios, con sede en
el Convento de Capuchinos.
Palabras de agradecimiento
Por supuesto, la familia de Julián ha manifestado su
agradecimiento a José Luis López y a su Fundación por hacer realidad el sueño
del niño:
«Y ahora por fin en Ubrique nuestro niño pudo estar presente como
invitado especial. No tengo palabras de agradecimiento hacia José Luis
López y a su fundación. Un hombre de una generosidad extraordinaria. Corrió con
los gastos médicos, la estancia de todos nosotros en ese pueblo maravilloso de
todo el fin de semana. Mi mujer y yo dejamos el trabajo para cuidarlo y José
Luis López nos está ayudando. Personas así hacen que el mundo sea
mejor y mi niño volvió feliz a casa y nosotros con ese sentimiento de
felicidad, aunque sabemos que su vida no está asegurada.»
Merche Crespo
Fuente: Aleteia