Junto a «El Quijote», de Cervantes, y a las dos obras más famosas de Gabriel García Márquez, uno de los libros escritos por san Josemaría Escrivá de Balaguer se ha convertido en el cuatro libro en español más traducido en el mundo
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Oficina de información del Opus Dei |
El
Instituto Cervantes (la organización que promueve por el mundo el uso del
idioma español) ha dado una sorpresa mayúscula durante el IX Congreso
Internacional de la Lengua Española: poner en un mismo podio al escritor
colombiano Gabriel García Márquez y al fundador del Opus Dei, san Josemaría
Escrivá de Balaguer.
Y lo ha hecho durante la presentación del nuevo Mapa Mundial de la
Traducción, una herramienta para saber cuáles son los libros en español que más
se han traducido a otras lenguas.
El cuarto libro más traducido
Así, según los datos del Instituto, entre 1950 y 2021, después de El
Quijote, Cien años de soledad y El amor en los
tiempos del cólera, la cuarta obra escrita en español más traducida
a otros idiomas ha sido el título más emblemático de san Josemaría Escrivá: Camino.
Las cifras, además, lo acercan casi al tercer puesto: mientras que
la célebre novela de caballerías sobre Don Quijote y Sancho Panza ha sido
traducida 1.140 veces, y los Cien años de soledad protagonizados
por Aureliano Buendía lo ha sido en 265 ocasiones, Camino ha sido traducida
142 veces. Sólo unas pocas menos que las 158 de El amor en tiempos de cólera.
Y, dado que los otras tres son novelas, la obra del
fundador del Opus Dei es, de hecho, el libro de no ficción más traducido de la
lengua española.
Un best-seller internacional
«Además de todas estas traducciones, Camino es un
best-seller mundial, que ha vendido más de cuatro millones y
medio de ejemplares en todo el mundo», explica para Aleteia el
subdirector del Centro de Estudios Josemaría Escrivá, Onésimo Díaz.
Este sacerdote e historiador señala que «se trata de un libro
breve, muy ágil, y que impacta mucho a quien lo lee porque aborda temas de
la vida diaria de una forma muy directa, con una mirada espiritual pero, a la
vez, muy cotidiana».
Unas
características que han convertido a Camino en «un libro leído
por personas de toda clase, muchos de los cuales no son miembros del Opus Dei y
en ocasiones ni siquiera son católicos. Porque cualquiera se da cuenta de que
leerlo te ayuda en el día a día y te enriquece el alma».
999 tuits diatios para el alma
Aunque puede ser leído del tirón, Camino es, ante todo, «un
libro vivencial, pensado para leerlo poco a poco como una ayuda para rezar»,
aclara Onésimo Díaz. Su propia estructura invita a leerlo de ese modo, pues se trata
de una recopilación de 999 pensamientos y oraciones breves, que
san Josemaría había ido escribiendo a lo largo de los años y que recopiló por
primera vez en 1939.
«Los
puntos de Camino son
como un tuit al alma –argumenta Díaz–. Así que en este mundo de prisas en el
que siempre nos falta tiempo, es perfecto para leer un punto cada día». «Ese
gesto tan sencillo te ayuda a conocerte mejor, a tener más equilibrio entre la
actividad y el espíritu sin caer ni en activismos ni en espiritualismos, y,
sobre todo, a tener más intimidad con Jesucristo, que es lo que deseamos todos
los creyentes», añade.
Dos datos curiosos
Este sacerdote e historiador, que ha buceado a fondo en los
diarios íntimos de Escrivá de Balaguer, apunta para Aleteia dos datos poco
conocidos sobre Camino.
El primero es que «sus 999 puntos son un homenaje a la Trinidad (9, 9 y 9 es 3
veces 3 multiplicado por 3), para indicar que el protagonista de Camino es Dios. De
hecho, muchos puntos son oraciones de san Josemaría dirigidas al Señor, y por
eso hoy rezar con las palabras que usaba un santo te golpea, te mueve por
dentro y te hace mucho bien».
La segunda, que cuando el fundador del
Opus Dei quiso regalarle un ejemplar a san Pablo VI, «el Papa le dijo que no sólo
lo había leído, sino que lo tenía en su mesita de noche, subrayado y lleno de
notas». Y concluye Onésimo Díaz: «Desde hace décadas, Camino lo leen monjas de clausura, padres de familia,
empresarias, misioneros, limpiadoras o estudiantes porque está escrito para que
la gracia de Dios actúe en el día a día de cada uno». Y ahora, en 142 lenguas
distintas.
José Antonio Méndez
Fuente: Aleteia