Jesús Fernández alerta que el chatGPT facilita nuestra vida, pero un mal uso de esta herramienta nos hará "incapaces de responder a los retos que nos presenta la vida"
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Ecclesia |
El obispo de Astorga, Jesús Fernández, ha alertado de
los peligros que supone la Inteligencia Artificial para nuestro día a
día. El titular de la diócesis leonense, asegura que el chatGPT “se nos ha
colado en nuestro ordenador para ofrecerse a responder a nuestras preguntas”,
una realidad que a su juicio es una forma “revolucionaria” para adquirir
conocimiento, especialmente entre el colectivo estudiantil.
No obstante, Fernández considera
que los riesgos son varios. Quizás el menos importante, pero no menor, es el plagio
de trabajos, ya que “la herramienta puede redactar textos de calidad sobre
un tema concreto, haciendo innecesario el esfuerzo del alumno por investigar y
elaborar una respuesta propia”.
El obispo de Astorga advierte que
la IA destruirá millones de empleos
Uno de los elementos de la
inteligencia artificial que más preocupa al obispo de Astorga es que se trata
de un instrumento que no desarrolla “el pensamiento crítico” tan
necesario “en una sociedad democrática y libre, y puede dar una información
parcial y falsa”.
Asimismo, Jesús Fernández ha
advertido que el chatGPT puede dar al traste con millones de puestos de
trabajo en los próximos años, lo que condena “a los trabajadores a la ociosidad
y el subsidio”, asegura.
Ante esta lista de inconvenientes
que trae la inteligencia artificial, Fernández ha recordado que la UNESCO ha reclamado a
los gobiernos da respuesta a estas preocupaciones, priorizando la “seguridad y
la trasparencia”.
“La inteligencia artificial
entorpece nuestro crecimiento personal"
Para el obispo, la inteligencia
artificial es un elemento tecnológico disfrazado de “cara de bueno, inocuo y
eficiente”, pero sin un “libro de instrucciones” que recoja “los riesgos que
puede acarrear su utilización. Este invento carece de estas notas preventivas”,
ha agregado.
En este sentido, el obispo de
Astorga llama a la sociedad a no dejarse engañar por estos avances
tecnológicos, creador de “una legión de adictos enganchados al teléfono móvil”
y que, a su juicio, “nos empuja a la pasividad” si no hacemos un buen
uso de ello.
“No podemos negar que nos hace la
vida más cómoda, pero a costa de hacernos más amorfos e incapaces de responder
a los retos que nos presenta la vida. Otra consecuencia del uso tecnológico es
que, al darnos poderes de los que careceríamos sin ella, nos hace creernos
semidioses, lo que nos aleja de Dios. En definitiva, la tecnología dejada
a sí misma, nos deshumaniza”, ha alertado también.
De esta manera, Jesús Fernández
lamenta que instrumentos como el chatGPT “entorpece nuestro crecimiento
personal al anular las capacidades humanas superiores: el pensamiento, la
creatividad artística y literaria, la relación social y religiosa. Asusta
pensar que, algún día no muy lejano, muchas personas, sobre todo niños y
jóvenes, puedan tener más amigos virtuales que reales. Estos supuestos amigos,
diseñados por empresas interesadas en conocer y orientar los gustos personales,
no tendrán reparo en vigilar y obtener suculentos beneficios gracias a su
tecnología invasiva”, ha argumentado.
Fuente: Ecclesia