31 – Julio. Lunes. San Ignacio de Loyola, presbítero
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Evangelio según san Mateo 13,
31-35
Les propuso otra parábola:
«El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno toma y siembra en su campo; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un árbol hasta el punto de que vienen los pájaros del cielo a anidar en sus ramas».
Les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta».
Jesús dijo todo esto a la
gente en parábolas y sin parábolas no les hablaba nada, para que se
cumpliera lo dicho por medio del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas;
anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo».
Comentario
El reino de los cielos se parece
a un grano de mostaza
Nosotros, ciudadanos del siglo
XXI, vivimos en una sociedad donde predominan las nuevas tecnologías. Jesús
vivió en un mundo casi exclusivamente agrícola y muchos de sus ejemplos y
parábolas los coge de este mundo. De haber venido a la tierra en nuestra época,
seguro que se apoyaría en lo tecnológico para algunos de sus ejemplos.
Y para explicarnos el reino de
Dios y su deseada evolución, echa mano de un diminuto grano de mostaza y de
cómo va creciendo hasta hacerse un gran arbusto, para indicarnos que esa es la
manera en que Dios debe evolucionar e ir creciendo en nuestro corazón.
Así es, si le dejamos, como
Jesús, el Hijo de Dios, quiere ir reinando, más y más en nuestro corazón, en
nuestra persona. Libremente, porque así lo deseamos, queremos dejarle que reine
en todos los rincones y zonas de nuestra persona. Desear y dejarle, que reine
en nuestros pensamientos, en nuestros sentimientos, en todas nuestras
reacciones ante las distintas circunstancias de la vida.
Fuente: Dominicos O.P.