10 – Julio. Martes. San Benito, abad, patrono de Europa
![]() |
Misioneros digitales católicos MDC |
Evangelio según san Mateo 19, 27-29
Entonces dijo Pedro a Jesús:
«Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?».
Jesús les dijo:
«En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas,
padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida
eterna.
Comentario
¿Qué nos va a tocar?
El Evangelio de hoy resalta por
esta pregunta de Pedro: “nosotros lo hemos dejado todo, ¿qué nos va a tocar?”.
Sinceramente, no creo que Benito, cuando lo dejó todo y se fue a vivir en la
soledad de Subiaco, le preguntara al Señor, ¿qué me va a tocar?
Todo lo contrario, él se dedicó
por completo a entregar todo lo suyo al Señor, despojándose de la necesidad de
autoafirmación y de ponerse siempre en el centro; también entregó a Dios todos
sus afectos interiores y sus inclinaciones, la ira, la venganza, todo lo que
nos moviliza interiormente pero que nos aleja de Dios. Por eso pudo comenzar su
Regla con esa célebre frase, no anteponer nada al amor de Dios.
Sólo por medio de esta entrega
total, pudo Benito hacer honor a su nombre y ser un hombre de bendición y de
paz, hacia Dios y hacia los demás. Y todo fundamentado en la oración incesante,
cimiento de la vida de San Benito y de sus monjes. También cada uno de nosotros
necesitamos poner este sólido cimiento de la oración en nuestras vidas, como
ejercicio de escucha de la voluntad de Dios que nos habla por medio de los acontecimientos
de nuestra historia, por medio de las personas y situaciones en las que nos
encontremos.
Apoyados en la oración,
bendiciendo siempre, podremos encontrar cien veces más ahora, y luego
alcanzaremos la vida eterna.
¿Qué cosas prefiero o antepongo
al amor de Dios en mi vida?
¿Siento mi corazón atado y
esclavizado? ¿Qué cosas me esclavizan?
¿Soy consciente de que sólo la
caridad ardiente puede liberar mi corazón y ayudarme en el camino de la fe?
Fuente: Dominicos O. P.