Se llama Mariana y nació el 27 de mayo
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Sin embargo, esta preciosa bebé
iba a tener un destino muy diferente… y terrible. Su madre iba a abortarla.
Pero una campaña de oración de 40 Días por la Vida cambió el guion de su
historia.
No
queremos desvelar el nombre real de la madre, para no comprometer su identidad.
Así que la llamaremos Mercedes, en honor la Virgen patrona de República
Dominicana, su país de origen.
El pasado agosto, con sólo 21 años, Mercedes se quedó embarazada
por segunda vez. El primer embarazo, fruto de la relación con un hombre que la
maltrataba, «lo
perdió», según dijo a sus amigos, tras «caerse por las escaleras». Quienes
conocían al padre sospecharon otra cosa…
Ana, un «ángel custodio» de 40 Días
por la Vida
Pocas semanas antes de sufrir aquel aborto, una amiga suya le
había dado el teléfono de Ana, un «ángel custodio«» de 40 Días por la Vida (40DPV). Porque
aunque este movimiento se basa íntegramente en la oración por la vida, cuenta
también con personas que ayudan y acompañan (como «ángeles de la guarda») a las
madres en dificultades que deciden seguir adelante con su embarazo. De hecho, aquella misma
amiga había tenido un bebé gracias a la ayuda que le habían prestado Ana y el
movimiento de 40DPV.
Y aunque Mercedes terminó perdiendo ese bebé, Ana siguió en
contacto con ella para acompañarla en las muchas dificultades a las que se
enfrentaba día a día.
Camarera en un club nocturno, sin pareja…
A comienzos del pasado otoño, Mercedes se dio cuenta de que estaba
de nuevo embarazada. Y todo su entorno le dijo que abortara.
«Su situación económica era muy mala», cuenta ahora Ana para
Aleteia. Y los detalles lo avalan: «No estaba segura de quién era el padre,
aunque lo más seguro era que se trataba de un hombre que ni siquiera era su
novio. Y aunque
no la maltrataba, como el otro, tenía una relación muy tóxica con ella y se
había desentendido del bebé. Además, era camarera
en un club nocturno de Madrid, y en cuanto les dijera que estaba
embarazada, la despedirían».
Agobiada por su situación, Mercedes pidió cita para abortar a su
segundo bebé. Lo que no sabía es que, justo en ese momento, el movimiento de 40
Días por la Vida estaba empezando una de sus campañas de oración. Y aquello iba
a cambiarlo todo.
Rescatada del aborto «gracias a la oración»
«En 40 Días por la Vida -explica Ana- sabemos que todos los
rescates son fruto de la oración, aunque no sean mujeres que se paren junto a
los voluntarios que rezan a las puertas de un abortorio. Porque quienes
rezamos a Dios para que la vida triunfe sobre el aborto, lo hacemos pidiendo de verdad que Él ilumine y ayude a todas las
embarazadas en dificultades, y ofreciéndonos para que se
sirva de nosotros si Él quiere».
Y matiza: «Hace falta mucho valor y mucha claridad para
enfrentarse a situaciones tan duras como las que encaran muchas de las mujeres
a las que ayudamos. Y aunque estamos aquí para ellas, al final son
ellas quienes tienen que tomar la decisión de darle a su hijo la posibilidad de
vivir. ¡Por eso necesitan que Dios las ilumine y les quite
los miedos!».
Y eso
fue exactamente lo que ocurrió en el caso de Mercedes: mientras cientos de
voluntarios de todas las edades emprendían una campaña de turnos de oración
–ininterrumpida, pacífica y silenciosa–, junto a centros abortistas de toda
España, contra todo pronóstico y sin nadie que la animase, sintió en su corazón
el deseo de pedir ayuda. La cita para abortar ya estaba concertada, pero
Mercedes descolgó su teléfono y llamó a Ana.
Ayuda integral para las embarazadas
Podría parecer que esta historia concluye con el rostro sonriente
de Mariana, que ahora balbucea, ríe, llora y se despereza en su cuna como
cualquier bebé. Una niña preciosa, que crece ajena a que el mundo en el que ha
nacido la consideraba digna de terminar en el succionador de «desechos
quirúrgicos» de un centro abortista.
Sin embargo, el final es aún más feliz. Porque,
como señala Ana, «en contra de lo que muchos abortistas dicen, los provida no
nos desentendemos de las mujeres, sino todo lo contrario».
Una nueva vida para madre e hija
Por ese motivo, hoy Mercedes ha emprendido una nueva vida
lejos de la vida nocturna de Madrid, en una ciudad costera, con un nuevo
trabajo, un nuevo piso, y todo el apoyo material y económico que ella y su hija
van a necesitar para los próximos años. ¿Gracias a la
colaboración de Ana, a la ayuda espiritual de 40 Días por la Vida, y al soporte
generoso de distintas asociaciones provida de Madrid, como Red Madre? Pues sí,
pero no en primer lugar.
Porque, como concluye Ana, que es madrina de varios niños
rescatados del aborto, «la defensa de la vida y la derrota del aborto es algo tan
humanamente imposible en nuestra sociedad, que cada bebé que nace es, ante todo
y sobre todo, gracias a Dios, que nunca abandona a quien
le pide ayuda».
José Antonio Méndez
Fuente: Aleteia