El Pontífice reflexionó asimismo sobre la defensa de "tantos niños no nacidos y ancianos abandonados a su suerte”
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Crédito: Daniel Ibáñez/ACI Prensa. |
En su primer
discurso en Lisboa, Portugal, en el Centro Cultural de Belém, el Papa Francisco
defendió la vida, denunciando las amenazas que esta enfrenta debido a una
"deriva utilitarista", las "cunas vacías", las “leyes sobre
la eutanasia” y el "armamentismo" que alimenta la guerra y los
conflictos.
"En el
mundo desarrollado de hoy, paradójicamente, se ha convertido en una prioridad
la defensa de la vida humana, puesta en peligro por las derivas utilitaristas
que la usan y la desechan", afirmó el Pontífice este miércoles 2 de
agosto, durante su encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo
diplomático en la capital portuguesa.
"Peregrino
de esperanza" durante su 42º viaje apostólico internacional, con motivo de
la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el Santo Padre enfatizó también
la importancia de abogar por la paz en Ucrania.
El Pontífice
reflexionó asimismo sobre la defensa de "tantos niños no nacidos y ancianos
abandonados a su suerte”.
Frente a unas
1000 personas que representan a las autoridades políticas y religiosas de
Portugal, el Obispo de Roma recordó "la dificultad por acoger, proteger,
promover e integrar a los que vienen de lejos y llaman a las puertas; en la
soledad de muchas familias que luchan por traer al mundo y criar a sus hijos”.
"¿Hacia
dónde navegan, Europa y Occidente, con el descarte de los ancianos, los muros
de alambre espigado, las tragedias en el mar y las cunas vacías?",
cuestionó el Papa ante el cuerpo diplomático, empresarios y delegados de la
sociedad civil.
"¿Hacia
dónde van si, ante el dolor de vivir, ofrecen remedios superficiales y equivocados,
como el fácil acceso a la muerte, una solución de conveniencia que parece
dulce, pero que en realidad es más amarga que las aguas del mar?", anotó.
En medio de las
circunstancias críticas y tempestuosas de la historia, el Papa invitó a reflexionar
sobre el rumbo que Europa y Occidente están tomando.
Los jóvenes de
la JMJ no gritan rabia, sino esperanza
En el contexto
de la celebración de la JMJ, que se lleva a cabo del 1 al 6 de agosto de 2023
bajo el tema "María se levantó y se fue deprisa" (Lc 1,39), el
Pontífice espera que la JMJ sea un impulso de apertura universal para el
continente europeo.
“Jóvenes de
todo el mundo, no están en las calles para gritar de rabia, sino para compartir
la esperanza del Evangelio”.
La guerra en
Ucrania y los armamentos
Desde Lisboa, la capital más occidental de Europa continental, el Pontífice realizó un llamado a la paz en Ucrania, guerra que golpea el corazón cristiano de Europa, y a un enfoque creativo para poner fin a los conflictos que ensangrientan el mundo.
"En el
océano de la historia" en Europa y Occidente, el Papa afirmó que
"percibimos la falta de rumbos valientes hacia la paz”.
El Pontífice
volvió a denunciar la guerra en Ucrania: "Mirando con cariño sincero"
a Europa, preguntó: "¿Hacia dónde navegas, si no ofreces procesos de paz,
caminos creativos para poner fin a la guerra en Ucrania y a tantos conflictos
que ensangrientan el mundo?”.
Además, criticó
que la tecnología en Occidente, signo del progreso, "por sí sola no es
suficiente; menos aún las armas más sofisticadas, que no representan
inversiones de futuro, sino el empobrecimiento del verdadero capital humano, el
de la educación, la sanidad, el estado de bienestar”.
"Es
preocupante cuando uno lee que en muchos lugares se invierte continuamente
en armamento, en lugar de hacerlo en el futuro de los hijos",
agregó.
El Papa recordó
el Tratado de Lisboa firmado en 2007 en esta ciudad, con el cual la Unión
Europea "tiene como finalidad promover la paz, sus valores y el bienestar
de sus pueblos".
"Sueño con
una Europa, corazón de Occidente, que utilice su ingenio para apagar focos de
guerra y encender luces de esperanza; una Europa que sepa reencontrar su alma
joven, soñando con la grandeza del conjunto y yendo más allá de las necesidades
de lo inmediato", explicó.
El Papa lanzó
un mensaje de esperanza para que Europa "incluya a los pueblos y a las
personas, sin perseguir teorías ni colonizaciones ideológicas”.
Laboratorio de
esperanza
El Sucesor de
Pedro rememoró que el océano, símbolo de los orígenes de la vida, representa la
"necesidad de proteger la creación" y el "medio ambiente".
Portugal y Europa han demostrado esfuerzos ejemplares, pero "la
contaminación y el calentamiento global siguen siendo problemas graves",
anotó.
Entretanto,
instó a cuidar nuestro entorno para las generaciones futuras y ofrecer
"una esperanza" para que la juventud pueda liderar este cambio.
El Pontífice
invitó a construir un "laboratorio" de esperanza para "los
jóvenes", que "son fundamentales". Sin embargo, ellos —sostuvo—
se enfrentan a desafíos como la falta de trabajo, el ritmo frenético de la vida
y el miedo a formar una familia.
La buena
política puede generar esperanza al corregir desequilibrios económicos y
promover alianzas intergeneracionales, explicó el Papa.
El tercer
laboratorio de esperanza es "la fraternidad", una lección que el
Santo Padre nos invita a aprender de Jesucristo. La solidaridad y el sentido de
comunidad son esenciales en un mundo globalizado, pero a menudo falto de
proximidad fraterna.
El regalo del
Papa al presidente de Portugal
Durante el
encuentro en el Centro Cultural de Belém, el Papa Francisco le regaló al
presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, de 75 años, la Medalla
conmemorativa de la JMJ 2023.
La medalla
representa los símbolos de la fe del país, como la Catedral Patriarcal de Santa
María la Mayor, en Lisboa, y también las efigies de los 13 patronos de la JMJ, todos santos o beatos que
han dedicado su vida al servicio de los jóvenes.
Al final del
encuentro, tras despedirse del presidente Rebelo de Sousa, el Papa Francisco se
trasladó en coche a la Nunciatura Apostólica, donde tendrá un almuerzo privado.
El Santo Padre
viajó a Portugal por segunda vez, después de la visita al Santuario de Fátima
que tuvo lugar del 12 al 13 de mayo de 2017, con motivo del centenario de las
apariciones de la Virgen María en la Cova da Iria.
Francisco es el cuarto Pontífice en visitar el país, después de San Pablo VI (1967), San Juan Pablo II (1982, 1991 y 2000) y Benedicto XVI (2010).
Por Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: ACI Prensa