Durante la rueda de prensa en el avión, Francisco ha hablado de abusos sexuales, suicidio, migraciones y su estado de salud
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| El Papa responde a los periodistas en el avión papal de regreso a Roma. Foto: CNS photo/Lola Gomez |
Como es habitual cada vez que regresa de un viaje internacional, el Papa ha
comparecido ante los periodistas que lo han acompañado en el avión papal hasta
Lisboa.
En primer lugar, Francisco ha explicado que durante su visita al santuario
de Fátima rezó en silencio por la paz sin comunicarlo. «He rezado, pero no lo
he dicho». Ha insistido además en que sigue siendo necesario rezar por la paz,
como pidió Nuestra Señora de Fátima cuando apareció en Cova de Iria durante la
I Guerra Mundial.
Abusos sexuales
El Papa también se ha referido a los casos de abusos sexuales en Portugal,
donde se reunió con un grupo de víctimas y les pidió perdón. A la pregunta de
qué debería pasar con los obispos que encubrieron casos de abuso y no lo
comunicaron a las autoridades, el Pontífice ha respondido «que los pastores que
no se hicieron cargo tienen que hacerse cargo de esa irresponsabilidad».
«Todavía tenemos que madurar y ayudar a descubrir estas cosas», ha asegurado:
«Desde el escándalo de Boston, la Iglesia ha tomado conciencia de que no era
posible ir por caminos aleatorios, sino que había que coger el toro por los
cuernos». El Papa ha recordado que la política en la Iglesia respecto a los
abusos es «tolerancia cero».
Ha explicado Francisco que la cuestión en la Iglesia portuguesa se está
tratando, que el proceso marcha por buen camino y que él está informado. Y ha
añadido: «El abuso es como comerse a la víctima, ¿no?, o peor aún,
herirla y dejarla con vida. Hablar con personas maltratadas es una experiencia
muy dolorosa, que también me hace bien, no porque me guste escuchar, sino
porque me ayuda a hacerme cargo de este drama». También ha denunciado otros
tipos de abusos como la mutilación genital femenina: «Todavía hoy, en muchos
países, se opera a las niñas: se les quita el clítoris, y esto es hoy, y se
hace con navaja… Crueldad».
Su estado de salud y drama migratorio
Otra pregunta tenía relación con los discursos improvisados. Durante este
viaje, Francisco ha dejado de lado la mayoría de sus discursos que llevaba por
escrito o los ha acortado sensiblemente. No había ningún motivo de salud por el
que haya tomado esta decisión, sino que intenta adaptarse a la audiencia que
tiene enfrente para facilitar la comunicación. «Los jóvenes no tienen mucha
capacidad de atención. Piensa que si haces un discurso claro con una idea, una
imagen, un cariño, te pueden seguir ocho minutos», ha concluido.
También ha explicado que se encuentra bien de salud, pero que lleva todavía
una faja abdominal que le ayuda a recuperar el tono muscular del abdomen.
Su próximo viaje será a Marsella para los Encuentros del Mediterráneo. El
Pontífice ha explicado que le preocupa el drama del Mediterráneo y que por eso
quiere participar en este encuentro. Ha confesado que le conmueve la situación
de los migrantes entre Túnez y Libia «y en los campos de concentración del
norte de África». «El Mediterráneo es un cementerio, pero no es el cementerio más
grande. El cementerio más grande es el norte de África», ha lamentado Francisco
que ha recomendado la lectura de libro Hermanito, de un migrante guineano
que tardó tres años en llegar a Europa pasando por todo tipo de penurias, para
comprender la dimensión de esta tragedia.
La Iglesia no es una especie de empresa
«En la Iglesia hay espacio para todos», ha sido una de las frases más
sonadas del Papa en esta JMJ. Y el Pontífice ha respondido a la pregunta de si
ese todos es real para mujeres u homosexuales. Francisco ha dicho que «la
Iglesia está abierta a todos, luego hay leyes que regulan la vida dentro de la
Iglesia. Lo que dices es una simplificación», refiriéndose a la periodista que
preguntaba. «Hay como una mirada que no entiende este anuncio de la Iglesia
como madre y la concibe como una especie de empresa que para entrar hay que
hacer esto, hacerlo de esta manera y no de otra…», ha destacado el Pontífice
que ha advertido además de un cierto «gnosticismo que reduce la realidad
eclesial a ideas y esto no ayuda».
Suicidio juvenil
Por último, ha respondido a una pregunta sobre el suicidio y la salud
mental dado que ha sido uno de los temas tratados con y para los jóvenes en la
JMJ. Francisco ha indicado que el número de jóvenes que se suicidan es elevado
y ha lamentado que haya tantos jóvenes angustiados y deprimidos a veces por la
presión que se ejerce sobre ellos para sacar buenas notas u obtener un buen
trabajo.
Los jóvenes buscan una fe no legalista
Francisco además ha querido hablar sobre la JMJ en concreto. De las cuatro
que ha vivido como Pontífice ha dicho que esta de Portugal ha sido la mejor
organizada. Ha indicado que los jóvenes necesitan ser acompañados y que no se
separen de sus raíces: «Por eso insisto tanto en el diálogo viejos-jóvenes,
abuelos con nietos. Este diálogo es importante, más importante que el diálogo
padre-hijo. Con los abuelos, porque de ellos toman las raíces. Los jóvenes son
religiosos, buscan una fe natural, no artificial, no legalista, un encuentro
con Jesucristo. Y esto no es fácil». El vuelo del Papa ha llegado a Roma casi a
las diez menos cuarto de la noche. Prácticamente, una hora antes de lo
previsto.
Fuente: Alfa y Omega






