Cuando tenemos alguna preocupación que nos agobia mucho, resulta consolador saber que los santos también fueron humanos y pasaron situaciones como las nuestras
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Los santos son una gran fuente de sabiduría a la que, como católicos,
podemos acudir para descubrir cómo vivir nuestra vida ordinaria, de manera
extraordinaria.
1. En todo lugar y mientras estéis en este mundo, es válida la
palabra: el Señor está cerca. No te preocupes. (San Agustín)
2. Para estar siempre unidos a Jesucristo debemos hacer todo con
calma, sin preocuparnos por las dificultades que puedan surgir. Dios no
vive en corazones atribulados. (San Alfonso de Ligorio)
3. La persona que camina hacia Dios y no se quita las
preocupaciones ni controla sus pasiones, camina como quien empuja un auto
cuesta arriba. (San Juan de la Cruz)
4. Aunque realices muchas cosas, no progresarás hacia la
perfección si no aprendes a negar tu voluntad y a someterte, dejando la
preocupación por ti y por tus cosas. (San Juan de la Cruz)
5. No os dejéis perturbar, ni dejéis de orar, que es lo que
quiere el diablo. (Santa Teresa de Ávila)
6. Que nuestros pensamientos e imaginación no nos perturben… el
remedio es tener paciencia y sufrir por amor de Dios. (Santa Teresa de
Ávila)
7. Cuando estoy dividido dentro de mí es porque no estoy unido a
Dios. (San Bernardo)
8. Grande es mi incapacidad, pero Dios es
todopoderoso; Pongo toda mi confianza solo en Él. (San Francisco
Javier)
9. Viva en paz y no se deje engañar por el diablo. (San Pío de Pietrelcina)
10. Ora y espera. No os agitéis; la agitación es
inútil. Dios es misericordia y escuchará tu oración. (San Pío de
Pietrelcina)
Las preocupaciones son ineludibles; en mayor o menor medida llegarán a
nosotros de vez en cuando. Sin embargo, ahora sabemos que es posible vivir en
paz, siempre que vivamos con el Señor.
Fuente: Aleteia Brasil