Hablan los líderes de dos asociaciones dirigidas a «mantener los nietos fieles a Cristo»
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Los abuelos -o bisabuelos- van a estar de moda. Aunque las
leyes de eutanasia parezcan no quererles.
Según las predicciones del
Instituto Nacional de Estadística, el caso español será especialmente afectado
por el envejecimiento demográfico. En los próximos 40 años, la población de entre 50 y 75 años será
una aventajada mayoría y la que tiene 100 años o más será trece veces
mayor que ahora. Pasará de 16000 a más de 222000.
En Estados Unidos, las previsiones son similares: en 2060, casi un 25% de la población será mayor
de 65 años.
Con estos datos, parece sensato suponer que los ancianos, abuelos
y bisabuelos tendrán un gran
peso social. Y el apartado evangelizador no será una excepción, pues
mientras la tendencia entre
jóvenes y adultos es a la menor religiosidad, en los ancianos sucede lo
contrario.
De hecho, ya hay personas mayores que están tomando conciencia de
cómo sus nietos, en el caso de Estados Unidos, están perdiendo o abandonando la
fe en masa. Ante esta situación, los abuelos se sienten confundidos al saber
que décadas después de
haber educado a sus hijos en la fe, deben mantener la de sus nietos.
Pero, ¿quién dijo que estuviesen solos? Las Sagradas Escrituras
abundan en el poderoso papel de los abuelos a la hora de transmitir el
Evangelio. "El hombre bueno deja herencia a los hijos de sus hijos",
dice Proverbios 13,22.
Y agrega el salmo 78:
"El Señor estableció una ley en Israel, y ordenó a nuestros padres enseñar
estas cosas a sus hijos. Así las aprenderán las generaciones futuras y los
hijos que nacerán después; y podrán contarlas a sus propios hijos".
La segunda mayor influencia
después de los padres
Ser mayor no es sinónimo de pasividad o inacción evangelizadora. Y
mucho menos, de falta de perseverancia. Una buena muestra de ello es Dan Spencer.
Como católico, padre de cuatro hijos y abuelo de 15 nietos, su voz
era hasta hace poco uno más de esos lamentos ante la descristianización de las
nuevas generaciones.
Recientemente, National Catholic Register le
entrevistaba con motivo del lanzamiento de Legacy of Faith.
Un proyecto que, según su página web,
está dedicado a paliar la pérdida de fe desde los orígenes de la familia,
"educar y formar a los abuelos sobre por qué su importancia es
crítica" en el plano espiritual y a "ayudarles a mantener a sus nietos fieles a Cristo".
Un ejemplo es el seminario Grandparents
Matter! (Los abuelos importan). Partiendo del conocimiento
del actual "mundo poscristiano", Legacy of Faith pretende
recordar a los abuelos su papel "esencial" para mantener a las
generaciones futuras "fieles a Cristo", su misión como "líderes religiosos" y cómo
llevarla a cabo a través de un plan y siete estrategias fundamentadas.
"Los abuelos ocupan el segundo lugar de influencia en los nietos, después de los
padres. Sin embargo, pocos tienen la formación necesaria para influir en
sus nietos para que sigan siendo cristianos", argumenta Spencer.
El abuelo,
"arquitecto" y custodio de la fe familiar
Ya sea porque la mayoría de los hogares consten de dos sueldos o
porque más del 20% sean dirigidos por padres solteros, el fundador de Legacy of
Faith considera que "el papel de los abuelos" puede aportar a estos hogares "la
estabilidad que necesitan".
"Los abuelos católicos fieles quieren que sus nietos crezcan sanos, felices y
santos. Pero los nietos están abandonando cada vez más su fe. Esto deja a
los abuelos fieles frustrados, confundidos y mal preparados para saber cómo
deben responder", explica.
Por ello, Spencer cree que "ha llegado el momento de que los
abuelos renueven su participación como santos mayores". Y para enfrentar
este desafío, dice, es necesario comprender la actual "sociedad
poscristiana" que "requiere con urgencia que nos involucremos con la cultura y nuestras familias".
A lo que llama este evangelizador es a un "liderazgo
heredado", a que los abuelos y personas mayores asuman su papel "arquitecto fundador de la
tradición de fe familiar" entre generaciones.
"Al ser modelos y mentores, los abuelos muestran la forma en
que los niños deben tomar las riendas cuando llegue el momento. Necesitan una
visión espiritual en comunidad sobre el destino último de las almas. La visión de mi familia es pasar
la eternidad juntos, en el Cielo. Y eso no cambia entre generaciones",
comenta.
Un ejército de 12.000 abuelos
marianos
Legacy of
Faith no es la única iniciativa destinada a la evangelización
familiar de los abuelos. Otro buen ejemplo es la Asociación de Abuelos Católicos (Catholic
Grandparents Association), fundada en 2009 por Catherine Wiley, durante la tercera peregrinación de abuelos
al Santuario Nacional de Nuestra Señora en Knock (Irlanda).
Como le ocurrió a Spencer, Willey ya tenía diez nietos cuando fue
consciente de que en su generación, la infancia estaba "rodeada de
fe", pero que esos tiempos habían cambiado para siempre. Y entonces pensó
que quizá buena parte de
la batalla entre el "reino de Dios en la Tierra" y la "sociedad
poscristiana" tenía en los abuelos un importante escenario.
De hecho, pensó que "ningún otro grupo tenía un papel más
importante" al respecto, pues la suya tenía serios indicios de poder ser
"la generación que de alguna manera rompa la cadena de fe" milenaria.
"Pensamos que
le corresponde a otra persona transmitir la fe o damos por hecho que
ya lo está haciendo alguien. Y tal vez no sea así. Tal vez tengamos que ser
nosotros quienes la transmitamos", afirmó al portal Catholic
Grandparents Association.
Ante este desafío, Willey creyó haber encontrado la respuesta al
"qué debo hacer" que pronunció ante la Virgen y fundó la
organización. Hoy, la Asociación de Abuelos Católicos está presente en multitud
de países -Irlanda, Reino Unido, Australia, Malta, Alemania, Filipinas, Japón y
Estados Unidos- y cuenta con unos 12.000 abuelos militantes que peregrinan cada año al
santuario de Knock.
Cuidar a los nietos, darles
estabilidad y transmitirles la fe
Willey también respeta la responsabilidad y derecho de los padres
en el bienestar y educación religiosa de sus hijos. Sin embargo, ve que
hoy en día "las cosas no son sencillas". Es normal que los dos padres tengan que trabajar, también
hay una crisis "sin
precedentes de familias rotas" o que directamente los padres no
tengan fe.
Por eso, los abuelos acaban asumiendo con frecuencia el papel de
"cuidadores de niños" mientras trabajan sus padres, el de ofrecer estabilidad a los
nietos en un mundo confuso o incluso el de ser las únicas personas con fe y práctica religiosa que
conozcan los nietos.
Por ello, agrega, "los abuelos están en una excelente
posición para transmitir los principios de la fe católica a sus nietos, de
saltar generaciones e implantar una semilla de fe".
"La mayoría de los abuelos tienen un solo deber: hacer lo
mejor que puedan por sus nietos, cuidarlos y protegerlos. Existe un
vínculo único de amor y entre abuelos y nietos. A veces incluso tienen
mejor relación con sus nietos que con sus propios hijos. Los abuelos tienen una tremenda
oportunidad de ser evangelizadores en el seno de la familia",
concluye.
José María Carrera
Fuente: Religión en Libertad