La Iglesia Católica está inmersa en un proceso que se ha dado en llamar el Sínodo sobre la Sinodalidad, impulsado por el Papa Francisco. Respondemos a algunas de las preguntas más frecuentes sobre él
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Obispos reunidos durante el Sínodo de la Amazonía en 2018. | Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
1. ¿Qué significa la palabra
“sínodo”?
La palabra “sínodo” proviene de
dos términos griegos y significa reunirse o caminar juntos (syn, juntos; hodos,
camino). Esta ha sido una constante en la Iglesia Católica, como se refleja en
el libro de los Hechos de los Apóstoles. En su capítulo 15 se describe cómo
“los apóstoles y presbíteros se reunieron” para discutir si era preciso o no
circuncidar a los nuevos bautizados que no provenían del pueblo judío.
2. ¿Qué es el Sínodo de los
Obispos?
El Papa San Pablo VI fue quien,
el 15 de septiembre de 1965, estableció mediante el motu proprio Apostolica sollicitudo la institución permanente del
Sínodo de los Obispos como respuesta a una petición de los Padres del Concilio
Vaticano II y convocó el primero dos años después para examinar la manera en
que se debía preservar y fortalecer la fe.
El Sínodo de Obispos fue
configurado como una asamblea de Prelados bajo la autoridad del Pontífice, que
es quien lo convoca. En esta reunión se discuten cuestiones que afectan a la
Iglesia Católica. Los participantes debaten y presentan sus reflexiones y
consejos al Santo Padre para que los valore, pues no son vinculantes.
3. ¿Qué tipos de Sínodo de los
Obispos existen?
Hay dos tipos fundamentales, en
función del ámbito al que afecten los asuntos a tratar.
Se llama Asamblea General cuando
se refieren a toda la Iglesia o Asamblea Especial, si se trata de cuestiones
relativas a una zona concreta o a una región.
A su vez, las Asambleas Generales
pueden ser ordinarias o extraordinarias, en función de la necesidad de resolver
con cierta rapidez o fuera de la periodicidad programada los asuntos a
debatir.
El Sínodo sobre la Sinodalidad se
configura como una Asamblea General Ordinaria.
4. ¿Cuáles son las fases de un Sínodo?
Según se detalla en la
constitución apostólica Episcopalis communio del Papa Francisco, cada Sínodo
se realiza en tres fases.
La fase preparatoria comienza con
la convocatoria y la asignación del tema y tiene como finalidad la consulta del
Pueblo de Dios. Esta se desarrolla en las Iglesias particulares, las diferentes
organizaciones de vida consagrada, las asociaciones de fieles y los
dicasterios, que envían sus aportaciones a la Secretaría General. También lo
pueden hacer los fieles “singularmente o asociados”, de forma directa.
Más adelante, en la fase
celebrativa, tienen lugar las reuniones plenarias (llamadas Congregaciones
Generales) y otro tipo de reuniones menores por grupos. También se pueden
designar comisiones de estudio. Si el tema lo requiere, el Papa puede
determinar que se realice en varias sesiones.
Al concluir ambas fases, se
elaborará un documento final que será “sometido a la aprobación de los Miembros
según la norma del derecho peculiar, buscando en la medida de lo posible la
unanimidad moral”.
Este documento se entregará al
Papa, que decidirá sobre su publicación: “Si es aprobado expresamente por el
Romano Pontífice, el Documento final participa del Magisterio ordinario del
Sucesor de Pedro”. Si el Papa declara el Sínodo como deliberativo, se
incorporará al Magisterio una vez que sea ratificado y promulgado con su firma
y la de los miembros del Sínodo.
En la fase de implementación,
tanto la Secretaría General del Sínodo como los Obispos, procuran poner por
obra las orientaciones plasmadas en el documento final.
5. ¿Cuál es la idea del Papa
Francisco sobre el Sínodo?
El 17 de octubre de 2015, el Papa
Francisco pronunció un discurso con motivo del 50 aniversario de la
institución del Sínodo que, a su juicio “constituye una de las herencias más
preciosas” del Concilio Vaticano II.
En él, expone su intención de
modificarlo, pues “el mundo en el que vivimos, y que estamos llamados a amar y
servir también en sus contradicciones, exige de la Iglesia el fortalecimiento
de las sinergias en todos los ámbitos de su misión. Precisamente el camino de
la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”.
En la constitución
apostólica Episcopalis communio, el Santo Padre señala que esta
institución “debe convertirse cada vez más en un instrumento privilegiado para
escuchar al Pueblo de Dios” y que a ella pueden ser también llamados “otros que
no hayan recibido el munus episcopal”.
Durante el discurso que pronunció
en el momento de reflexión para el inicio del Sínodo sobre la Sinodalidad en octubre de 2021, el Papa Francisco reiteró que el
“Sínodo no es un parlamento, que el Sínodo no es un sondeo de las opiniones; el
Sínodo es un momento eclesial, y el protagonista del Sínodo es el Espíritu
Santo”.
6. ¿Qué es el Sínodo sobre la
Sinodalidad?
El título oficial del Sínodo
sobre la Sinodalidad es “Sínodo 2021-2024. Por una Iglesia sinodal: comunión,
participación, misión. 16ª Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos”. Fue
convocado por el Papa Francisco en octubre de 2021.
7. ¿Cuándo es el Sínodo sobre la
Sinodalidad?
Tras las distintas fases de
consulta tanto a nivel nacional como continental que se han venido
desarrollando desde el año 2021, la primera sesión tendrá lugar del 4 al 29 de
octubre de 2023 y la segunda está prevista para un año después.
8. ¿Quiénes participan?
Este próximo mes de octubre están
convocadas 365 personas, incluido el Papa Francisco, de las cuales algunas son
ajenas al ministerio episcopal: sacerdotes, diáconos, religiosos. También
participarán laicos.
Por primera vez, 54 mujeres
tendrán derecho a voto.
9. ¿Qué dice el Instrumentum
laboris del Sínodo sobre la Sinodalidad?
Todo Sínodo tiene un documento en
el que se detallan los asuntos que se van a abordar en la fase celebrativa: se
trata del Instrumentum laboris o documento de trabajo, que para
este Sínodo fue publicado el pasado mes de junio.
El documento recoge el objetivo
principal de la primera sesión de esta XVI Asamblea General Ordinaria:
“Delinear los caminos de profundización que se han de llevar a cabo en estilo
sinodal” y está dividido en dos secciones.
La primera, resume las ideas
recogidas en las asambleas continentales y plantea algunas reflexiones sobre
qué es una Iglesia sinodal. La segunda sección sugiere preguntas que deben ser
sometidas a discernimiento.
Entre las cuestiones que deben
ser examinadas se encuentran el acceso de la mujer al diaconado o cómo llegar a
las personas que se sienten excluidas de la Iglesia “a causa de su afectividad
y sexualidad (por ejemplo, divorciados vueltos a casar, personas en matrimonios
polígamos, personas LGBTQ+, etc.)". También se hace referencia a una reflexión
sobre si es posible ordenar a sacerdotes casados “al menos en algunas zonas”.
Respecto de estas cuestiones,
el Instrumentum laboris afirma: “No debemos asustarnos por ellas, ni
intentar a toda costa resolverlas, sino comprometernos en un discernimiento
sinodal permanente”, para que las tensiones que generan puedan “convertirse en
fuentes de energía y no decaer en polarizaciones destructivas”.
Por Nicolás de Cárdenas
Fuente: ACI Prensa