El pasado fin de semana tuvo lugar en Madrid el II Congreso Nacional de 40 Días por la Vida en España, que contó con la presencia de Isabel Vaughan-Spruce, su responsable en el Reino Unido
![]() |
Isabel Vaughan-Spruce, líder de 40 Días por la Vida en el Reino Unido y San Maximiliano Kolbe. | Crédito: ADF y Dominio público |
La voluntaria
británica compartió la importante influencia de San Maximiliano Kolbe en
su apostolado provida.
Durante la cena de gala que se
ofreció en la noche del sábado, Vaughan-Spruce expuso cómo sus padres, antes de
nacer, pensaron que ella iba a ser un chico al que habrían puesto el nombre de
Maximiliano.
“Tuvieron que dejar de llamarme
Maximiliano y me llamaron Isabel”, explicó, para añadir: “Sin embargo,
Maximiliano siguió siendo una gran influencia en mi vida”.
En una ocasión, Isabel tuvo un
encuentro con un hombre que experimentó una gran conversión a partir de un
sueño. En él, el arcángel San Miguel le invitaba a sumarse a la batalla. Cuando
aceptó el desafío, entendió que era una llamada a comprometerse en la batalla
espiritual que se estaba librando y se curó de una grave dolencia en la
pierna.
La voluntaria provida compartió
que, al conocer esta historia, entendió: “Esa llamada no era sólo para él, sino
también para mí”. Con esa inspiración en el corazón, leyó una carta que la
llevó a dar la batalla provida en la revista The Crusader editada por
los franciscanos británicos, e inspirada en Rycerz Niepoklanej (Caballero
de la Inmaculada), publicación fundada por el santo polaco.
Así es como el franciscano que
ofreció su vida de manera voluntaria en Auschwitz, intervino de manera
providencial en el compromiso provida de Isabel Vaughan-Spruce. De esa manera,
se unió junto a sus hermanos a un grupo de gente que rezaba frente a un centro
de abortos en Birmingham.
Primer rescate: el niño se llamó
Maximiliano
Después de meses rezando, Isabel
Vaughan sintió una cierta desazón. “Ahora, si miro hacia atrás, me doy cuenta
de que eso era como un examen inicial que me estaba poniendo Dios a mi fe y a
mi perseverancia”, reconoció la líder provida.
La primera vez que habló con una
mujer en riesgo de aborto, le entregó una medalla de la Virgen Milagrosa y le
dijo que Ella tenía “un lugar especial en su corazón para las mujeres
embarazadas”.
Varios meses después, Isabel
estaba rezando frente al mismo abortorio. Un hombre bajó de un coche, se
dirigió hacia ella y le contó que era el médico de aquella mujer y que su hijo
había nacido. “Le ha puesto nombre al pequeño: Maximiliano”.
Tiempo después, llegó 40 días por
la Vida al Reino Unido. Entonces, Isabel y sus compañeros se unieron. Tras
varios años, el día de la Virgen de Guadalupe de 2019, cerró el negocio del
aborto.
Dos maneras de salvar una vida
“Creo que una de las cosas que
aprendí esos años es que hay dos maneras de salvar una vida. Y fue Maximiliano
Kolbe el que me enseñó esto”, expuso a las decenas de voluntarios de 40 Días
por la Vida en España.
Para explicarlo, narró una
historia del santo polaco en Auschwitz que no es la generalmente conocida. San
Maximiliano advirtió que había un hombre profundamente abatido por la
circunstancia, se le acercó y le dijo: “Esperanza, nunca pierdas la esperanza”.
Aquel hombre protagonizó poco después una de las fugas más notables del campo
de concentración y exterminio nazi.
Isabel Vaughan-Spruce condensó
esta enseñanza: “Maximiliano Kolbe me enseñó que siempre que estoy fuera de las
clínicas rezando, estoy allí para intentar salvar físicamente la vida de un
niño. Pero también para salvar la vida espiritual de la madre y el padre que
con frecuencia han perdido el sentido de la esperanza tanto antes del embarazo,
como durante y después”.
Kolbe y las circunstancias
Isabel Vaughan resumió la
historia sobre cómo ha sido arrestada en dos ocasiones por permanecer en
silencio, rezando, a las puertas de un centro de abortos. Tras la última
ocasión la dejaron libre bajo fianza.
“Hace sólo dos días que, seis
meses después [del arresto], he sabido que no me han imputado por ese arresto”,
comunicó.
A pesar de las dificultades,
Isabel Vaughan-Spruce subrayó: “Aunque todo sea muy depresivo y oscuro, si lo
vemos desde la perspectiva de San Maximiliano Kolbe, él no dejó que las
circunstancias dictaran la historia”.
40 días por la vida comienza su
campaña de otoño el próximo 27 de septiembre. Los voluntarios que deseen
sumarse pueden hacerlo a través de su sitio web.
Por Nicolás de Cárdenas
Fuente: ACI Prensa