En el marco del día de los Arcángeles, este 29 de septiembre, les compartimos una tradición que indica que el Arcángel San Miguel matará al anticristo en un lugar especial donde Jesús hizo un prodigio
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| San Miguel Arcángel | Crédito: Only Fabrizio - Shutterstock |
Allí los católicos sólo pueden
celebrar Misas una vez al año porque actualmente es una mezquita.
El Beato Santiago de la Vorágine
(1230-1298) en su libro “Leyenda
Dorada” o “Leyenda Áurea” cuenta una antigua creencia sobre el fin del
mundo, en la que el anticristo “se hará el muerto” y se esconderá. Pero después
de 3 días aparecerá indicando que resucitó.
“Y con la ayuda de sus artes
mágicas y la que le presten los demonios se elevará en el aire”, describe el
beato y también obispo dominico. De esta manera el anticristo conseguirá ser
adorado por multitudes.
Luego se irá al Monte de los
Olivos, en el preciso lugar donde Cristo subió al Cielo, y ahí “montará su
tienda”. El anticristo se sentará en un trono, pero “llegará Miguel y le
matará”. Para el Beato, será una gran victoria del Arcángel.
El lugar de la Ascensión es una mezquita
En el sitio de la Ascensión se
mantiene una capilla. De acuerdo a la Custodia
de Tierra Santa (CTS), antes era parte de una iglesia de la época de
los cruzados, pero fue destruida por los musulmanes. No obstante, ellos dejaron
un edículo octagonal que conserva una roca, donde se dice está la huella del
pie derecho de Cristo antes de subir al cielo.
Según la agencia vaticana Fides,
los seguidores de Mahoma han convertido la zona en parte de la Mezquita de la
Ascensión, en honor a Jesús, a quien reconocen como el profeta ʿĪsā. Además,
con un permiso especial, se pueden celebrar Misas con el Misal Romano dentro de
este recinto islámico.
La CTS indica que el día anterior a la Solemnidad de la Ascensión los cristianos suelen reunirse en la capilla para rezar, y los franciscanos dan tres vueltas al edículo, cantando la letanía de los santos. Toda la noche se reza en vigilia y se ofrecen Misas en diversas lenguas. El momento culmen de la celebración es una Solemne Eucaristía.
Por Abel Camasca
Fuente: ACI Prensa
